En el corazón de los Pellegrini

<P> La familia Pellegrini Ripamonti vibró con la estrella de Manuel.</P>




El grupo de WhatsApp Pellegrini Ripamonti lo componen ocho miembros. Son ocho hermanos dispersos entre Chile, Estados Unidos e Inglaterra. Uno de ellos, el "británico", es Manuel, primer técnico campeón de Inglaterra de origen no europeo. Ayer, como es obvio, la cadena de mensajes comienza a funcionar desde muy temprano...

A las 5 de la mañana de Chile (10.00 de Inglaterra), el diálogo se abre con una imagen. Es la fotografía de don Emilio y doña Silvia, los padres de la familia Pellegrini Ripamonti, quienes fallecieron con una diferencia de tres meses entre abril y julio de 2013. A horas del partido más importante de su vida como técnico, don Manuel se conmueve al revisar el teléfono. "Muchas gracias, estoy tranquilo, sólo pienso en ganar", es la respuesta que llega desde Manchester.

Otro integrante de la conversación es Pablo, arquitecto y ex socio de su hermano futbolista que terminó la carrera de ingeniería sólo porque su padre lo exigió. "Manuel siempre supo que lo suyo era el fútbol. Y siempre se proyectó más allá de ser jugador. Yo sé lo que ha sufrido para lograr esto", explica el propietario de la constructora Pellegrini, quien recibió en su hogar a La Tercera para ver por televisión la gloriosa jornada del DT chileno.

Pablo es acompañado por sus tres hijas (María José, María Belén y María Jesús), las que no tienen acceso al grupo de su papá, pero sí componen su propio círculo virtual, el de los primos, donde también están los tres hijos del estratego del City, Manuel, Juan Ignacio y Nicolás, quienes viajaron a Manchester para ver la celebración del "Ingeniero".

Los cuatro, fanáticos del fútbol -no sólo por una cuestión sanguínea-, se instalan frente al televisor, con el sonido casi a su máxima intensidad. "Queremos darle más ambiente de estadio", explica el padre. En la habitación contingua, otro aparato está sintonizado con el partido entre Liverpool y Newcastle. Ningún detalle debe perderse. Los tres teléfonos que hay en la sala no dejan de vibrar. "Nos comunicamos mucho por esta vía. No siempre podemos reunirnos todos, porque tenemos nuestras propias obligaciones", apunta el arquitecto.

En general, el partido es seguido con tranquilidad. Queda claro que la frialdad que muestra Manuel ante los medios de comunicación no es una pose. "Hay diferencias, pero todos fuimos criados por los mismos padres", explica Pablo. Eso sí, sobre su hermano, agrega: "No es necesario que Manuel me lo diga, para saber sus estados de ánimo. Toda la procesión la lleva por dentro, porque se acostumbró a guardarse mucho".

Los dos goles del City (29' y 49') alteran el orden. El título inglés está en el bolsillo. El pitazo final, la invasión de los hinchas, el festejo del entrenador chileno... La emotividad crece.

Pablo, tres años menor que el técnico, se acerca a la pantalla. Pareciera que quiere abrazar a su consanguíneo. Este domingo fue especial para la familia y no solo por la vuelta olímpica en Manchester. Es el primer día de la madre, sin doña Silvia. "A mis papás les hubiese gustado verlo. Ver a Manuel alcanzar algo tan importante. Eso es lo único que da un poco de pena", expresa.

Copas, trofeos y signos de exclamación circulan en el grupo de WhatsApp. Y una exclamación que cala: "¡Como el Manú no hay, o'right!". Era el grito de guerra con que don Emilio festejaba a su hijo futbolista, ingeniero y entrenador. Después de recibir su medalla, la Copa y el manteo de sus pupilos, seguramente Manuel Pellegrini volvió a revisar su teléfono en el camarín y encontró ese último mensaje de sus hermanos. Imposible no quebrarse.

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