En el set con Los Eguiguren

Se abre la puerta y la sala queda en silencio por un par de segundos. El que entra es Ramón Farías y el elenco se larga con la primera de varias risas. Esta vez es por su atraso y por lo extraño que resulta verlo llegar a un ensayo teatral cuando en los últimos años ha estado mucho más en el Congreso que en sets. "Lo que hace la corbata", dice Farías justo antes de abrazar con cariño a sus compañeros de Los Eguiguren y olvidar por un rato su rol de diputado para sumarse a los ensayos del sketch que volverá a reunir al recordado grupo de humor que en los 80 hacía reír en Sábado gigante cuando terminaba en "s".

Han pasado 25 años de la última vez que el popular sketch estuvo en pantalla abordando las diferencias sociales de un país sin TV cable que sintonizaba en masa el humor de los personajes. Pero a fines de los 80, el grupo sentía un desgaste y propuso un nuevo proyecto que llamaron De chincol a jote y que terminó con el espacio que ahora está a punto de volver a propósito del aniversario número 50 del programa de Don Francisco. Será con una rutina actualizada que formará parte de uno de los cuatro episodios de gala que parten el sábado 18. Para eso, Los Eguiguren han ensayado rigurosamente para recordar los códigos de un grupo, donde Cristián García Huidobro es "El Pompi"; Coca Guazzini, la "Pía Correa"; Gonzalo Robles, el "Caroca"; Malucha Pinto, la "señorita Priscila", y Ramón Farías, el "Filete Morandé".

En la sala están todos, menos Pinto, que avisó hace pocos minutos que no llegará porque, una vez más, se le complicaron los horarios con las grabaciones de la teleserie nocturna de Chilevisión en que trabaja. Los demás están sentados junto a un productor de Canal 13, que justo antes de empezar les comenta lo buena que está la película de Kramer. "Es que ese huevón es muy bueno", dice Gonzalo Robles, mientras el resto comenta los buenos dividendos electorales que Pablo Zalaquett cosecharía por salir imitado en la película. Se ríen.

Parten los ensayos y la que menos mira el guión es Guazzini. Le fluye tan natural hacer de "Pía Correa" que es inevitable que a ratos todos se rían de los chistes de la mujer que se siente de la profunda aristocracia. "Cachagua o Zapallar, Cachagua o Zapallar", repite, y todos se ríen una vez más. Media hora después, en el primer break del ensayo, la palabra que más repetirán para resumir el reencuentro es "entretenido", y por la frecuencia de las risas, se nota que sí.

Al recibir la propuesta de juntar a Los Eguiguren, Canal 13 encontró muchas ganas y una sola condición: que estuvieran todos los actores. Las ganas hicieron que el plan se concretara rápido y partieran con los ensayos de un sketch que gira en torno a la dura crisis económica que vive "El Pompi" para celebrar los 25 años de casado con Pía Correa Gumucio. "Ha sido entretenido, pareciera que no ha pasado tanto tiempo. No es que estemos haciendo unos Eguiguren completamente nuevos; ahora están más viejos, tienen más años y nos reímos de eso también. Fueron personajes muy queridos. Es insólito, porque un montón de gente te pregunta '¿y van a volver con Los Eguiguren? Quedaron ganas de volver a verlos", dice Guazzini, que está pendiente de correcciones. A ratos sugiere cambiar el orden de un par de líneas y lidera un brainstorming espontáneo cuando notan que en una parte, la "señorita Priscilla" y "Caroca" están demasiado ausentes. Todo lo resuelven agregando al guión una de las frases más usadas por "El Pompi": "Los pobres también sufren".

En los ensayos, todos repasan los diálogos con las voces de los personajes. Avanzan en las páginas del guión hasta que el fuerte timbre de un celular rompe la dinámica. Cuando todos esperan que el dueño apague su teléfono, "El Pompi" pasa a ser Cristián García- Huidobro, que contesta la llamada y se aparta para hablar. Más risas. Unos minutos y "El Pompi" vuelve al entrenamiento que hará despertar a García-Huidobro para reclamar que el "Filete Morandé" ha acentuado mucho que su personaje está acabado. "Han dicho 25 veces lo mismo, no suena simpático", dice García- Huidobro, iniciando un debate que termina ganando.

"Dejamos súper arriba a Los Eguiguren, porque terminamos de hacerlos y desaparecimos. Nunca los habíamos vuelto a hacer en 25 años y, claro, es un humor ochentero, sin sexo, sin garabatos, ingenuo, pero que tiene que ver con la realidad, la economía, los problemas de la pareja; eso le gustaba mucho a la gente", dice Robles, que tuvo que mandar a hacerse un traje a cuadros nuevo para el "Caroca" versión 2012. El guión avanza hasta la parte en que entra Don Francisco y Ramón Farías empieza a imitarlo: "¡Qué venga la modelo!", dice con el tono del festejado y, una vez más, todos se ríen. Tal como antaño.