En pelea de niños, mejor no se meta

<P>Dejar que los niños resuelvan solos sus conflictos les dará las herramientas necesarias para desenvolverse en la vida adulta.</P>




"¡Mamá!, ¡mamá, mamá!". ¿Le suena conocido? Es probable que sí y más de lo que quisiera. O esa voz chillona diciendo: "Es que Pablo no me deja jugar play" o "mi hermana no me devuelve mis lápices". Claramente, frente a la situación, usted intentará ser lo más justo posible para encontrar al "presunto culpable" o favorecerá suavemente a quien se queja. En realidad, cualquier cosa que pueda apaciguar los ánimos de la situación y que los niños hagan las paces (o se callen) de una vez. Pero aunque tenga las mejores intenciones, puede que a fin de cuentas no les esté haciendo ningún favor. Según distintos especialistas, la mejor alternativa es que los niños resuelvan solos sus conflictos. Porque si aprenden, obtendrán las herramientas necesarias para desenvolverse en la adultez.

Un estudio sobre la rivalidad entre los niños, publicado por la Universidad de Michigan, aclara que el primer error que cometen los adultos en una pelea de niños es intentar encontrar al culpable. Contrario a lo que podría pensar, la idea es que ambos sientan que tienen la misma responsabilidad en el conflicto. Esto potenciará su capacidad de negociar y encontrar soluciones justas para ambas partes. Otro dato: los sermones tampoco sirven. No intente ser juez, porque sus hijos no necesitan ningún tipo de sentencia. Ellos quieren sentirse capaces de crear sus propias soluciones.

Pero no es todo. Porque si deja que sus hijos negocien solos sus soluciones, también estarán poniendo en práctica su autocontrol. Una vez que manejen esta habilidad, serán más capaces de considerar las consecuencias de sus actos y de tomar mejores decisiones en el futuro.

¿No lo convence? Ponga atención a esto: un estudio longitudinal de la U. de Duke, en Estados Unidos, concluyó que los niños que no aprenden a tener autocontrol a edad temprana tienen un menor dominio de sus acciones y más problemas de salud en la adultez. Los investigadores siguieron a un grupo de mil personas nacidas entre 1972 y 1973 durante 32 años. Quienes no podían practicar el autocontrol durante la infancia fueron tres veces más propensos a enfermarse en la edad adulta y no solo eso, también fueron quienes presentaron más problemas frente a la toma de decisiones, sobre todo, en el ámbito financiero y laboral.

Aquí le entregamos los tres pasos que se desprenden de las investigaciones de la sicóloga estadounidense y autora del libro The Kids' Guide to Working Out Conflicts, Naomi Drew. Eso sí, lo que necesitará para aplicarlos es mucha paciencia:

Deje que todo se calme. No intente que los niños hablen o expliquen lo que sucede mientras estén enojados. Para buscar soluciones se necesita de una mente clara.

Guiar la discusión. Acláreles que ambos van a tener la oportunidad de decir lo que les molesta, primero escuchando y sin interrumpir al otro. Después, pídales que cada uno diga lo que le molesta a partir del "yo" y no del "tú"; la idea no es buscar culpables, porque en una pelea ambos son responsables.

Firmes en la solución. Ellos deben resolver. Y si se trata de una solución a largo plazo, haga que la escriban. Ellos prefieren que los padres sepan y confíen en que ellos podrán resolver sus propios conflictos.

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