Encuesta de consumo cultural




LOS RESULTADOS de la encuesta nacional de participación y consumo cultural arrojan luces sobre las maneras en que los chilenos se acercan a la cultura y constituyen una valiosa herramienta para el análisis y la planificación en un ámbito donde escasean los datos fidedignos y abundan las apreciaciones generales.

Esta es la tercera versión del sondeo, realizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La existencia de los estudios previos (2005 y 2009) permite establecer comparaciones y extraer tendencias tanto a nivel regional como nacional.

El gran incremento experimentado por la proporción de personas que señala concurrir al cine (45,2% de los encuestados señaló haber asistido en 2012, contra 34,9% en 2009) contrasta con la caída que muestran otros espectáculos, como el teatro, los conciertos en vivo y la danza. La innovación en formatos y en los servicios ofrecidos en sala puede explicar el auge del cine y constituir una muestra de la receptividad del público a cambios de esta naturaleza, ausentes en otras disciplinas que aún mantienen los mismos estándares de antaño.

La encuesta evidencia una caída en la asistencia de chilenos a bibliotecas, pese a que al mismo tiempo reveló que más personas están leyendo libros. Esta aparente incongruencia ha provocado que surjan voces críticas contra el sondeo. Sin embargo, es importante reconocer que la encuesta se limita a preguntar al público sobre sus hábitos de consumo y participación cultural. Una manera de contar con datos más fidedignos sería que las bibliotecas públicas y otras entidades culturales lleven un detallado conteo del uso que la ciudadanía hace de ellas. Eso daría luces concretas acerca del consumo en este ámbito y minimizaría las ambigüedades que hoy existen en esta materia.

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