Es verdad: la gente prefiere el diablo conocido

<P>Un estudio confirmó que el viejo refrán tiene más sustento de lo que se creía. Bajo presión, la gente elige opciones familiares por sobre las desconocidas, sin sopesar las consecuencias.</P>




Si tuviera una reunión importante fuera de la oficina y debe tomar un taxi porque va atrasado, ¿qué opción tomaría? ¿El taxi estacionado frente a su empresa, pero que no conoce, o el que habitualmente toma, pero que está a varias cuadras? La lógica indica que el primero, en beneficio del tiempo, pero las estadísticas afirman que probablemente tome el que está más lejos. ¿Por qué? Según una investigación de la Universidad de Stanford (EE.UU.), bajo presión, la gente prefiere tomar opciones que le resultan familiares, por sobre alternativas desconocidas, aun cuando las consecuencias de estas decisiones sean peores.

"La sensación de presión es un estado emocional desagradable y las personas buscan formas para aliviar los sentimientos negativos. Personas familiares, lugares conocidos, cosas y sentimientos cercanos proyectan confort y seguridad, una especie de 'luz cálida', por darle algún nombre. Así, cuando las personas están bajo presión, los sentimientos positivos asociados con la familiaridad resultan más atractivos y deseables", justifica Ab Litt a La Tercera, principal investigador del estudio, publicado recientemente en la revista Psychological Science.

Torre de matemáticas

Para probar su tesis, los investigadores hicieron un experimento. A un grupo de voluntarios se le hizo participar de un juego al que llamaron Torre de Matemáticas, diseñado intencionalmente como difícil, arduo y aburrido. Más tarde se les pidió elegir entre otros dos juegos: Puzzle Castillo, que tenía un logo y una apariencia general muy parecida o familiar al primero y otro al que llamaron Bosque de Palabras, que lucía más ameno, entretenido y por sobre todo, más sencillo. Pero esta vez se les indicó que al llegar a cierta cantidad de puntos, podrían obtener una tarjeta de regalo con 50 dólares (poco más de 20 mil pesos). Para marcar más la diferencia aún entre ambos juegos, a los participantes se les indicó que los máximos puntajes sólo se podían obtener con Bosque de Palabras.

La lógica indicaba que, presionados por el premio y las dificultades de ambos juegos, los voluntarios elegirían la segunda opción (que se apreciaba bastante más fácil y, por ende, podía hacerles ganar más dinero), pero increíblemente prefirieron la primera alternativa.

Según Litt, cuando las personas no están bajo presión, o cuando están bajo presión, pero sus opciones de decisión son igualmente conocidas (o desconocidas), "la gente logra centrarse en lo que sugiere la evidencia objetiva para tomar la mejor decisión".

El problema se genera cuando la elección bajo presión presenta dos opciones contrapuestas: una familiar y una desconocida. "Ahí surge la distorsión. La toma de decisiones pierde objetividad en favor de las opciones familiares, incluso si esto significa ignorar las consecuencias positivas de otras alternativas que no tienen este sentimiento familiar", explica.

Litt y su equipo realizaron un segundo experimento, que reafirmó su presunción. Otro grupo de voluntarios debió completar una tarea contrarreloj. Había dos formas: una que ya habían practicado antes y otra nueva, pero más fácil. Una vez más, los voluntarios se inclinaron por la primera opción, que claramente era la menos eficaz.

Según Litt, los resultados son muy sorprendentes. Incluso, afirma, si la presión continúa, la gente puede seguir tomando decisiones equivocadas, en una especie de círculo vicioso. "Este tipo de ciclos negativos podría ayudar a explicar las dificultades que tiene la sociedad para enfrentar problemas como los hábitos alimenticios poco saludables, o el uso de drogas y el tabaquismo", dice.

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