ESA confirma el fin del telescopio infrarrojo más potente del mundo
En 1800, el físico William Herschel descubrió el infrarrojo, un tipo de luz que no se puede ver a simple vista, una capacidad que décadas después permitió a los astrónomos crear instrumentos capaces de captar esta luz y así descubrir galaxias lejanas.
En 2009, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó el más poderoso de estos instrumentos, el telescopio espacial europeo Herschel, precisamente en honor al físico, el que gracias a su espejo principal de 3,5 metros de diámetro, logró realizar más de 35.000 observaciones científicas.
Sin embargo, después de tres años de funcionamiento, este lunes finalmente dejó de funcionar, luego de que el aparato se quedara sin helio suficiente para enfriar los instrumentos de observación y detección.
En su último viaje, el telescopio se sobrecalentó, por lo que ya no fue posible que realizara más observaciones.
Sin embargo, en los tres años de operación, "el Herschel superó todas las expectativas y generó una cantidad increíble de datos, en cuyo análisis los astrónomos trabajarán durante varios años", dijo la ESA en un comunicado.
Entre otros descubrimientos, el aparato aportó mucha información sobre la formación de las estrellas en galaxias lejanas.
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