Estabilidad del Mar de China Meridional
EL TRIBUNAL de Arbitraje establecido a petición unilateral del gobierno anterior de Filipinas afirmó que emitiría el fallo final sobre el arbitraje de las disputas del Mar de China Meridional el 12 de julio de 2016. China reitera que ese Tribunal no tiene jurisdicción sobre el caso.
Las controversias entre China y Filipinas en torno al Mar de China Meridional consisten en las disputas territoriales y de delimitación marítima provocadas por la ocupación ilegal de Filipinas de una parte de las Islas Nansha de China a partir de la década del 70 del siglo pasado.
Aunque el gobierno chino siempre aboga por una solución pacífica a dichas disputas mediante las negociaciones y consultas, el gobierno filipino de Aquino III había asumido una actitud antagónica hacia China y en enero de 2013 demandó unilateralmente a China en el Tribunal de Arbitraje. China está muy clara en su posición de no aceptar ni participar en dicho arbitraje, la cual está muy bien fundamentada histórica y jurídicamente.
Primero, el arbitraje iniciado por Filipinas ignora la realidad histórica. Las islas en cuestión son territorio chino desde la antigüedad. Los gobiernos chinos de todos los tiempos han ejercido la jurisdicción sobre ellas. Antes de los 70 del siglo pasado era reconocida ampliamente por la comunidad internacional la soberanía china sobre esas islas.
El territorio filipino fue demarcado claramente por tres tratados internacionales, los cuales definieron que su frontera oeste se extiende sólo hasta los 118 grados de longitud Este. Las islas en cuestión se encuentran absolutamente al oeste de esta línea.
Segundo, el arbitraje ignora la jurisprudencia. La soberanía territorial no es un tema sometido a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM). Y en cuanto a la delimitación marítima, se estipula en el artículo 298 de la CDM que los Estados Partes pueden hacer declaraciones sobre excepciones opcionales, con lo cual el arbitraje obligatorio no es aplicable para asuntos como la delimitación marítima. Más de 30 países incluyendo China han hecho esa declaración. Por lo tanto, es evidente que el Tribunal de Arbitraje no tiene competencia en el caso.
Tercero, el arbitraje viola los principios básicos del derecho internacional. China y Filipinas han alcanzado en documentos bilaterales el acuerdo sobre la solución de disputas del Mar de China Meridional mediante negociaciones. Además, China y los países de ASEAN, Filipinas incluido, firmaron la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional, en la cual hicieron el compromiso en el mismo sentido. Filipinas quebrantó el principio de “pacta sunt servanda” del derecho internacional con la iniciación unilateral del arbitraje.
El Tribunal de Arbitraje hizo caso omiso a las realidades arriba mencionadas y ha ampliado y sobrepasado arbitrariamente su jurisdicción, lo cual ha violado el derecho de un Estado Parte de la CDM a elegir por su propia voluntad los métodos de solución de disputas.
China ha solucionado las disputas territoriales con 12 de los 14 países vecinos continentales a través de negociaciones. Insistirá en esa vía de solución pacífica en las disputas con Filipinas a fin de mantener la paz y estabilidad del Mar de China Meridional.
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