Estrenan Bombal, filme sobre el amor imposible de la autora de El Arbol

<P> Hoy se exhibe en el Festival de Valdivia la película de Marcelo Ferrari protagonizada por Blanca Lewin en el rol de la escritora.</P>




Si le hubieran pasado un revólver con 100 balas no habría dado en el blanco. Estaba escrito en el inventario de su biografía: María Luisa Bombal no iba a poder terminar con la vida de Eulogio Sánchez, aunque tuviera la puntería de Billy the Kid. En esa bitácora también estaba ratificado que el resto de su existencia sólo sería la sombra de tiempos mejores. Los recuerdos de aquellos años en Sánchez sí la correspondió y, después, escribió sus libros más importantes.

El episodio clave en el drama vital de la autora de La amortajada es el que mueve a Bombal, la película de Marcelo Ferrari (Sub Terra) que hoy se estrena en el Festival de Cine de Valdivia (22.30, Sala Lord Cochrane). Aquel 21 de enero de 1941, el aviador Eulogio Sánchez, de 38 años, se aparece cerca del Hotel Crillón. Camina ufano, con la cabeza echada atrás, con su nueva y flamante prometida. La escritora sabe que él estará ahí a la hora señalada: lo avista, saca el revólver de la cartera y le dispara cinco balazos. Mala puntería. Sánchez, un tipo macizo y grueso, cae malherido. Pero no muere.

Bombal ya en la cárcel se entera que el aviador levanta los posibles cargos y la perdona. La autora se radicará en EE.UU., casada con un banquero francés con quien tiene poco en común.

Años de juventud

Cuando el realizador Marcelo Ferrari pensó en esta película desechó la posibilidad de hacer cualquier guiño a la madurez de María Luisa Bombal. En parte, porque en ese período -de sus 31 años hasta su muerte a los 70- casi no escribió. Pero también porque un buen guion tenía que rescatar los años más significativos de la autora. Por eso, el largometraje es la crónica de juventud de Bombal (Blanca Lewin). Y es además una fantasía sobre aquel período, introduciendo personajes ficticios, colocando en paralelo situaciones que en realidad ocurrieron con meses o años de distancia. En apenas tres semanas se cuenta la médula de su vida: el matrimonio con el pintor Jorge Larco (Alejandro Goic), su relación con Sánchez (Marcelo Alonso), sus contactos con la intelectualidad chilena. No aparece Borges -de quien fue protegida-, ni su amigo Neruda, pero sí Marta Brunet (Ximena Rivas), en el rol de mentora.

"Quisimos concentrar los momentos más intensos en la vida de Bombal. Por eso ficcionamos y colocamos en paralelo al pintor Larco con Sánchez, cuando no fue así. Larco tampoco estuvo en Santiago. Era argentino", explica Ferrari.

El presupuesto es de 500 mil dólares y en términos visuales lo luce: el director dice que quiso darle al filme un rostro estético sacado del cine negro de los 40. En ese juego visual, el maquillaje recargado y los colores fuertes del vestuario de Bombal tienen más que ver con una femme fatale de Hollywood que con la imagen de la autora de chasquilla recortada.

"Lo interesante para nosotros era mezclar la austeridad con la elegancia", dice Ferrari sobre la producción que también tendrá el próximo año una versión en televisión que se dará por TVN.

Piel contra piel

Los impulsos eróticos femeninos son algo así como el motor de partida en la obra de la escritora y en el filme el director introduce cuatro escenas de fuerte contenido sexual. Son siempre Bombal y Sánchez. Primero felices, en un lago, disfrutando la complicidad. Luego, algo sumidos en la rutina, en casa. Finalmente, en una escena donde el aviador sólo busca sexo y ella algo más, las imágenes exhiben una especie de violación. Está claro: Sánchez sólo la ve por satisfacción sexual, pero ella aún cree que el amor es posible. El diálogo en esa, la última de las cuatro tomas explícitas de la película, es terminal. "Eres una loca de mierda", le dice él. "Y tú eres un cobarde", responde Bombal. Luego viene el forcejeo sexual, el último antes de que Sánchez se despida de ella para siempre.

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