Estrenan Cuarteto, el primer filme de Dustin Hoffman como director
<P>La cinta es protagonizada por Maggie Smith, nominada a un Globo de Oro a Mejor Actriz.</P>
Enfermizos, algo cascarrabias y con más de 70 años, tres ex cantantes de ópera le sacan el último brillo a sus vidas en el hogar Beecham House. Ya no cantan ni la mitad de bien que en su época de esplendor, pero entre ellos hay un pacto tácito de civilidad y cordura. Reg, Cissy y Wilf interpretan todos los años a Verdi, en octubre, cada nuevo aniversario de nacimiento del compositor de Aída.
Pero la Beecham House de Londres es demasiado normal y le falta alguien. Tal vez una ex diva en decadencia como Jean Horton que alborote los ánimos y emocione las vidas de varios, como en las óperas de Verdi. La primera película dirigida por Dustin Hoffman, Cuarteto, se trata de eso: de lo que sucede entre ex cantantes de la lírica sacudidos por una cuarta que cree aún vivir entre el telón, las luces y La traviata.
El filme se estrena la primera mitad de enero en el país y es parte del contingente de películas que orbitan en torno a los premios previos al Oscar. Por Cuarteto, la veterana actriz británica Maggie Smith (77) fue nominada a un Globo de Oro por Mejor Actriz en Comedia o Musical. Ella es Jean Horton, una cantante que alguna vez tuvo la estatura mundial que no poseyeron ni Cissy (Pauline Collins), ni Wilf (Jim Connolly) ni menos Reg (Tom Courtenay). Para Reg la cosa es peor. Para él la llegada de la soberbia y ácida ex luminaria es el arribo también de su antigua esposa, una mujer que sepultó la familia a cambio de un pasaje a la fama en los teatros de ópera y el mundo.
¿Habrá valido la pena? ¿Habrá tenido sentido dejar al pobre de Reg, sólo un modesto cantante, por una carrera? Ahora, ya viejos, todos son iguales en Beecham House.
Todos, también, están preocupados de cómo seguir financiando esta mansión para músicos en retiro. Por eso planean entonces una gran presentación de un pasaje de Rigoletto en la que intervengan Reg, Cissy, Wilf y, sobre todo, Jean. La sola presencia de la gran diva atraería público de sobra. Antes, ese es el problema, deben convencerla.
La película se estrenó en el Festival de Toronto, en septiembre, y poco después pasó al Festival de Cine de Londres, su lugar de presentación natural considerando el reparto y las locaciones. Basada en la obra teatral de Ronald Harwood (ganador del Oscar por El pianista y nominado a otro por El vestidor), Cuarteto no es en rigor el primer esfuerzo como director de Dustin Hoffman. Antes, en 1978, hubo otro, pero el tiro le salió mal. Comenzó actuando y dirigiendo Libertad condicional, un drama sobre un ex convicto libre bajo palabra, pero a los pocos días comprendió que no podía seguir de cineasta.
"No hacer aquella película es uno de mis demonios. Pasé dos años juntando dinero y elenco, pero cuando le pregunté uno a uno al director de fotografía, al montajista y al resto del equipo sobre cómo lo estaba haciendo sólo encontré que movían la cabeza negativamente. Entonces decidí despedirme a mí mismo", contó la semana pasada a The Guardian. Esa cinta fue dirigida finalmente por Ulu Grosbard (Mentiras verdaderas), un veterano realizador con una larga carrera en el teatro.
Para Cuarteto, Hoffman decidió sacudirse el demonio de la autocrítica y sólo miró hacia adelante, pensando además en las ventajas que tenía al conocer el oficio actoral: "Como soy actor, no tengo aquellos celos de los directores, que no dejan que sus actores vean en el monitor cómo quedaron las escenas. En mi caso era un alivio mostrárselas a ellos y estar abierto a sus sugerencias".
La película, una comedia dramática con más luces que sombras, ha tenido buena recepción. En EE.UU. gustó: "Es una gran pieza de excelentes actuaciones y Hoffman sabe cuando dejarlos respirar o apretarles el cinturón", comentó el diario Los Angeles Times. Pero en Gran Bretaña se emocionaron: "Una carta de amor a los que envejecen", según The Guardian.
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