ETA pone fin a 43 años de lucha armada tras fuerte declive
<P>El grupo terrorista señaló en un comunicado que su compromiso es "definitivo". El hecho fue celebrado en España.</P>
El grupo terrorista vasco ETA que, con sus acciones, ha provocado la muerte de 829 personas desde 1968, anunció ayer el cese "claro, firme y definitivo" de su actividad armada a través de un comunicado, escrito y en video, que difundió en las ediciones digitales de los diarios Gara y Berria. Los tres encapuchados que comparecen en nombre de la organización para decir adiós a las armas, tras 43 años de terror, hicieron un llamado a los gobiernos de España y Francia "para abrir un proceso de diálogo directo" destinado a solucionar "las consecuencias del conflicto".
ETA considera que la conferencia internacional celebrada esta semana en San Sebastián -donde estuvieron el ex secretario de la ONU Kofi Annan y el líder nacionalista irlandés Gerry Adams, quienes le pidieron a ETA que cese con la violencia- es "una iniciativa de gran trascendencia política", porque su resolución... reúne los ingredientes para una solución integral del conflicto y cuenta con el apoyo de amplios sectores de la sociedad vasca y de la comunidad internacional".
Así, señala que puso fin a sus acciones armadas ante el nuevo tiempo político que se está abriendo en el País Vasco.
El grupo asegura que "la crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre. Otros están sufriendo la cárcel o el exilio". El comunicado añade: "No ha sido un camino fácil", pero no hace mención algunas a las víctimas del terrorismo.
Además, subraya que, en adelante, "el camino tampoco será fácil".
Poco después del comunicado etarra, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que "la nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no sin memoria". "Con la contención que obliga la historia, vivamos la satisfacción por la victoria de la democracia, la ley y la razón". El líder del opositor Partido Popular, Mariano Rajoy -y favorito, según las encuestas, para suceder a Zapatero-, celebró el final del grupo, pero dijo que la felicidad sólo será completa "cuando se produzca la disolución de ETA y su total desmantelamiento".
La declaración etarra fue acogida con cautela en el País Vasco y con alegría en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Mientras, las víctimas del grupo no quedaron satisfechas con la declaración, porque deseaban que ETA comunicara su disolución.
Pérdida de apoyo
ETA da este paso tras verse reducida al mínimo por la presión policial y ver cómo su antiguo apoyo político se distanciaba de sus posiciones violentas. Uno de los pasos definitivos fue el que dio el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi.
El pasado 7 de julio, Otegi admitió en su alegato ante la justicia que el atentado terrorista de la T-4 del aeropuerto de Barajas, de 2006, con el que ETA rompió la anterior tregua, marcó el origen del distanciamiento entre el grupo y su brazo político. Este alejamiento fue el factor determinante que aceleró el final de ETA. Aunque para diciembre de 2006 la banda ya sufría un notable acoso policial, judicial, político y social. Otegi reconoció que la izquierda nacionalista vasca rechazaba el terrorismo, porque la sociedad del País Vasco ya no lo tolera.
En febrero de 2010, la izquierda radical vasca inició una administración de los tiempos para convencer a ETA a que cesara la violencia. Y lo hizo a través de una liturgia para la que cuentan con el abogado sudafricano Brian Currin, mediador en los conflictos irlandés y sudafricano.
En febrero de 2011, los nacionalistas radicales sorprendieron con la presentación de los estatutos de un nuevo partido, Sortu, en los que rechazan la violencia de ETA y plantean el reconocimiento de todas las víctimas del terrorismo. En mayo recuperaron la presencia institucional en ayuntamientos y diputaciones, a través de la coalición Bildu, que obtiene el mejor resultado histórico de la izquierda nacionalista, el 25% de los votos. A partir de ahí, se impusieron sobre ETA y recurrieron al movimiento social Lokarri y al Grupo Internacional de Contacto, de Currin, para que organizara una conferencia en San Sebastián.
Con ello, consiguieron que seis personalidades internacionales se dirigieran esta semana a ETA para reclamarles el cese definitivo de la violencia a cambio de medidas a favor de los presos, así como una serie de sugerencias a los gobiernos español y francés.
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