Eto'o revive el ejemplo de "Bam Bam"
Corría 1994. Jorge Valdano llegaba a "limpiar" un Real Madrid sumido en una crisis deportiva. Lo suyo era de raíz y comenzaba por reestructurar el plantel. Había que echar gente y uno de los que no llenaba el gusto del técnico era Iván Zamorano.
"Es el quinto delantero de mi equipo", anunció el argentino, abriéndole la puerta al chileno para que aceptara alguna de las tantas ofertas que recibía.
Comenzó la pretemporada y el criollo seguía ahí. En la primera práctica Zamorano la "rompió". Valdano, finalizada la sesión, se acercó y le dijo:
"¿Usted siempre entrena así o sólo cuando odia al entrenador?".
A "Bam Bam" se le abría una ventana. En los duelos preparatorios se ganó un lugar. "Zamorano es mi socio", diría Valdano luego del inmenso tapabocas del chileno. Esa temporada terminó con el Real Madrid levantando la copa de La Liga y con el criollo como "Pichichi" del torneo, con increíbles 28 goles.
El equipo de moda, Barcelona, cuenta con otro ejemplo de un paria que terminó como figura, muy similar al del maipucino. Josep Guardiola asumió la banca blaugrana y de inmediato quiso sacarse de encima a los "malos elementos". "Lo mejor es que Deco, Ronaldinho y Eto'o no sigan con nosotros, después de analizar cuestiones de rendimiento y las temporadas que llevan en el equipo, y también cuestiones poco tangibles", dijo "Pep", recién llegado a Cataluña.
"Dinho" partió al Milan, Deco a Chelsea y el camerunés miró a todos lados, incluso al club del chileno José Luis Villanueva en Uzbekistán, pero nada lo satisfizo. Se quedó y sus compañeros lo apoyaron (lo que no sucedió con los otros dos). A regañadientes, Guardiola lo dejó y el africano le respondió siendo el goleador del equipo campeón en La Liga (29 tantos) y marcando cuatro dianas en la Champions. La última, y más importante, fue la que abrió el camino de los catalanes a la
"Orejona".
"Eto'o y yo pasamos por lo mismo y ambos les dimos vuelta la mano a los técnicos que no nos querían. Guardiola le dijo que no lo consideraría y a mí Valdano, que iba a ser el quinto delantero del Real. Nunca tomé en cuenta su comentario y terminó reconociendo su error", explica Zamorano.
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