Eva Gómez: "Los hombres van a pensar que este programa es feminista"
<P>La animadora estará en <I>Escuela para maridos</I>, el nuevo docureality de Chilevisión. </P> <P>Este fue el proyecto que la llevó a quedarse en la señal de Turner luego de casi emigrar a Mega. </P>
Coordinadora académica es el cargo que ostentará Eva Gómez en Escuela para maridos, el nuevo programa de Chilevisión que se estrena esta noche a las 23.40 horas. Y en ese mismo horario irá martes y miércoles.
La animadora estará junto a Julio César Rodríguez, el director del establecimiento, en el docureality que busca corregir los malos hábitos de ocho maridos y cuyo formato original nació en Colombia.
Es el primer proyecto que Gómez asume luego de renovar contrato con el canal el año pasado, y luego de haber sido tentada por Mega para asumir la conducción del reality ¿Volverías con tu ex? "No hablo de cosas que no se concretaron, pero es cierto que el año pasado analicé otras propuestas. Había muchas opciones", confiesa.
¿Por qué optó por permanecer en CHV?
Opté por quedarme en Chilevisión por un tema de estabilidad y porque es mi casa. Cuando estaba viendo qué hacer me ofrecieron este proyecto y me encantó la idea. Esta es la apuesta más ambiciosa del canal para este año y así lo sentí desde que escuché las primeras cosas del programa. Creemos que puede ser un gran éxito y una oportunidad de ver algo novedoso.
¿Siente que en CHV le dan las oportunidades para seguir creciendo profesionalmente?
A veces más que otras, y quiero creer que esta es una de las oportunidades que me da el canal para crecer.
¿Qué fue lo que más le gustó de Escuela para maridos?
Me encantó que me lo ofrecieran porque es lo que me gusta hacer en televisión. Cuando entré a la tele con El diario de Eva todo tenía que ver con la gente y con conversar con ellos, escucharlos y aconsejarlos. Es un feedback directo y eso me encanta. Cuando me hablaron del proyecto vi el que se hace en Argentina y vi que de verdad hay un compromiso de los maridos con aprender. Hacer este programa es un aprendizaje para mí, para las parejas y para todos los que lo vean.
¿Qué ha sido lo mejor de estas semanas de grabaciones?
Lo he pasado tan bien haciendo el programa. Me he reído, he llorado, me he enrabiado y me he sentido identificada. Siento que es un tremendo programa porque tiene miles de ingredientes, y marca un antes y un después en los que ingresaron a la escuela. Pasan cosas interesantes en cada capítulo.
¿Ha sacado alguna conclusión más personal?
Yo he estado gran parte de mi vida pensando que la gente no cambia. Me lo han dicho sicólogos, amigos y mi madre. Pero después de este programa siento que aquellos que le toman el peso al asunto y detectan el conflicto, moderan su comportamiento. Eso para mí ha sido muy revelador.
¿Es un programa feminista?
Los hombres van a pensar que este programa es feminista, pero no, no es así. No es que las mujeres seamos perfectas, pero este es un programa que está enfocado en las problemáticas de los hombres. Es una gran apuesta para la televisión chilena y nos dejará lecciones a todos. Yo, por lo menos, he aprendido bastante con este programa.
¿Cree que de alguna forma tiene alguna similitud con Manos al fuego?
Creo que cuando partió Manos al fuego, un formato muy novedoso que creó el propio canal, resultó bastante, porque el tema de las parejas funciona harto. Pero esto es distinto porque habla de la vida en pareja, por lo que no haber hecho antes un programa de esto es demasiado raro. Si uno se fija bien, hay programas de todo tipo, pero no de parejas. Este es un complejo universal que atraviesa a todas las personas y nosotros quisimos tratarlo.
En un horario tan competitivo, ¿cuál cree que será el gancho de Escuela para maridos?
El gancho es el programa mismo. Creo que si la gente le da una oportunidad, no lo dejará de ver. Verá a gente real que llega a esta escuela con sus fortalezas y debilidades, y que son excelentes personas. Verán cómo irán creciendo y evolucionando, y tomando conciencia de sus errores. Es realmente impresionante. Creo que debí traer a esta escuela a tanta gente (ríe).
¿Pero no cree que este tipo de programa se presta para pensar que hay muchas cosas libreteadas?
La gente se va a sorprender. Acá hemos tenidos roces realmente fuertes. Creo que a los maridos se les fue olvidando que había cámaras porque si se enojaban, se enojaban de verdad, y así con la rabia, la alegría, los llantos y todas las otras emociones. Al principio creo que llegaron con harta conciencia de las cámaras, pero después se les olvidó. Si fuesen hombres que pueden controlar sus impulsos no estarían acá.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.