Ex dueños de Robinson Crusoe ahora apuntan al turismo en la Patagonia
<P>La familia Macaya quiere convertir a Villa O'Higgins, la puerta de entrada a Campo de Hielo Sur, en un nuevo destino turístico. Para eso piensa invertir, junto a unos socios, US$ 5 millones en la construcción de tres lodge y en la adquisición de un barco que se sumará al que ya poseen y que desde 2005 recorre el lago O'Higgins.</P>
A 2.339 kilómetros de Santiago está Villa O'Higgins, el pueblo que marca la entrada a Campo de Hielo Sur. Ese fue el lugar escogido por los ex dueños de la conservera Robinson Crusoe, la familia Macaya, para colocar la bandera que dará inicio a un emprendimiento turístico junto a socios, el que en total implicará una inversión de US$ 5 millones. El proyecto marca una nueva etapa en su historia de negocios, tras la venta, en 2004, de la compañía de productos del mar a Aqua Chile, de las familias Puchi y Fischer.
Aunque los Macaya operan un barco turístico que navega desde 2005 en esa zona, su apuesta en este sector es más ambiciosa. En un plazo de cinco años planean tener tres hosterías o lodges en el final de la Carretera Austral, en la XI Región, rodeando Campo de Hielo Sur, una de las zonas de la Patagonia chilena menos exploradas hasta hoy. La construcción del primer centro comenzará en julio y estaría operativo hacia diciembre de este año.
Diseñada en 500 metros cuadrados, la hostería dispondrá de 12 habitaciones con capacidad para 30 personas e implicará US$ 500 mil. "Lo ideamos con el concepto de confort, pero sin grandes lujos. Es decir, dotaremos el lugar con todo lo que los clientes necesitan en una decoración limpia, porque acá lo que importa es el increíble paisaje de la naturaleza y los glaciares", cuenta Alejandro Macaya, gerente general de Hielo Sur, la firma bajo la cual se están desarrollando estos proyectos y de la cual Arnoldo, su padre, es presidente.
Fue justamente él quien creó junto a Ludwig Better, en 1977, la Pesquera Trans Antartic, que luego compró la española Jealsa Rianxeira, en 2004. En 1983, los socios adquirieron Robinson Crusoe a una firma dedicada a la pesca y procesamiento de camarones y langostinos, y tras el traspaso de la empresa a Aqua Chile, mantuvieron la marca, que hoy pueden usar en emprendimientos turísticos y de restaurantes, entre otros.
Bordeando Campos de Hielo
La primera de las hosterías estará en la avenida principal de Villa O'Higgins, localidad que está ubicada en el extremo sur de la Carretera Austral. La arquitectura ideada para el proyecto es de corte moderno y está inspirada en los típicos galpones patagónicos. Entre otros servicios, contará con hot tubs o tinas calientes dispuestas afuera del lodge para contemplar la naturaleza.
La segunda etapa será levantar otro centro en La Península (al nororiente del lago O'Higgins) y habilitar los circuitos turísticos respectivos. En la tercera etapa y final, planean construir un tercer lodge en La Ramona, en el lado poniente del lago.
En esta iniciativa, la familia Macaya no está sola. Se unió a sus antiguos socios de Robinson Crusoe, como Helmut Stehr y Claudio González, además de Fabio Stingo y el empresario argentino Jorge Inzúa, quien ha desarrollado proyectos turísticos en la Patagonia argentina. Con este master plan, juntos pretenden generar un circuito turístico que se complemente con el que ya existe en El Calafate y el glaciar Perito Moreno, en el lado argentino, que al año mueve más de 300 mil turistas, explica el ejecutivo.
Sobre el nombre que tendrán las hosterías, el empresario comenta que aún están evaluando la posibilidad de que se llame Robinson Crusoe. "Es una denominación muy potente, que es conocida en todo el mundo, pero nos gustaría esperar un tiempo hasta que la operación esté funcionando al 100%, porque se trata de un nombre asociado a muy alta calidad", sostiene Alejandro Macaya.
Crece la flota
La zona no es nueva para estos empresarios, que de hecho ya operan ahí con Quetru, un barco con capacidad para 60 pasajeros que realiza el cruce del lago O'Higgins y viajes por el día al glaciar del mismo nombre, el cuarto más grande de Sudamérica, con tres kilómetros de extensión. La firma proyecta para la próxima temporada aumentar sus visitas a tres mil personas, y, en dos años, a unas ocho mil.
Para eso están pensando en adquirir un nuevo barco el próximo año, el que debería tener capacidad total para 120 pasajeros. "Concretar la construcción de la hostería, sumado a la navegación del lago en nuestra nave, es un paso importante para hacer realidad el sueño de crear una verdadera experiencia con el concepto Patagonia Profunda, en donde las personas pueden conocer el lugar", añade.
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