Ex esposo cuenta detalles de su vida con espía rusa detenida en EE.UU.

<P>Anna y el británico Alex Chapman se conocieron en una fiesta a fines de 2001. Cinco meses después, la pareja se casó en Moscú y luego se trasladó a Londres, donde vivió por cuatro años. Allí, era frecuente que ella se reuniera con amigos rusos, según declaraciones del ex marido al periódico británico The Daily Telegraph. </P>




"Anna me dijo que su padre había estado en el alto mando de la KGB. Me contó que había sido un agente de inteligencia en la antigua Unión Soviética". Esas palabras corresponden a Alex Chapman, de 30 años, quien, entre 2002 y 2006, fue el esposo de Anna Chapman, la espía catalogada como "la mujer fatal" de la intrincada red de espionaje ruso destapada el fin de semana pasado en Estados Unidos.

Pese a lo increíble de la historia, el ex marido de Chapman aseguró al diario inglés The Daily Telegraph que cuando oyó la noticia sobre la detención de la mujer, "no se sorprendió del todo". "Hacia el final de nuestro matrimonio ella se había convertido en una mujer con muchos secretos. Era frecuente que se reuniera sola con sus amigos rusos y supongo que ahí se comunicaba con sus contactos en el gobierno de Rusia", dijo el ex marido, quien realiza actualmente su internado en siquiatría.

Entre otros detalles, Chapman asegura que conoció a la atractiva Anna Kushchenko -su apellido de soltera- en una fiesta en Londres en octubre de 2001. El amor fue fulminante y cinco meses después Chapman viajó a Moscú, especialmente a verla y se casaron.

Meses más tarde, los Chapman viajaron a Egipto y Zimbabwe de luna de miel. En este último país, Anna le presentó a su padre, Vasily Kushchenko, un diplomático que trabajaba para la embajada rusa en Harare.

Según Chapman, la relación de Anna, hoy de 28 años, con el diplomático era muy cercana, a niveles de que "su padre controlaba casi todos los aspectos de su vida. Yo sentía que ella hubiera hecho cualquier cosa por él". El estrecho vínculo entre padre e hija hace creer a los investigadores que él pudo haber reclutado a su hija a la red. El testimonio de Chapman asegura que "Kushchenko no confiaba en nadie (...) nunca me presentó a los otros rusos que llegaban a la casa y siempre parecía contar con mucha más seguridad que los otros diplomáticos".

Tras el viaje, la pareja se trasladó a Londres, donde él continuó con sus estudios. Chapman había obtenido una licenciatura en economía en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, por lo que no le fue difícil encontrar trabajo en Londres como analista financiera en la empresa Barclays. Además, manejaba con fluidez el inglés y el alemán.

Pese a que el matrimonio entre el británico y la mujer sólo duró cuatro años, el contacto entre ambos se mantuvo. Así, en 2007 Chapman se enteró que Anna había decidido dejar Moscú y partir a Estados Unidos donde tenía pensado abrir su propio negocio de servicios inmobiliarios para rusos millonarios a través de un sitio online. Una vez en Nueva York, Anna Chapman se concentró en codearse con la elite social y económica de la ciudad. Así, era frecuente verla en exclusivas fiestas luciendo vestidos de diseñador y en compañía de ejecutivos financieros. Además, vivía en un cómodo departamento en una exclusiva zona de Manhattan.

Según el periódico norteamericano New York Daily News, durante los últimos meses la espía habría mantenido un romance con Michel Bittan, un adinerado empresario divorciado de 60 años, con quien era frecuente verla en los restaurantes de moda en la Gran Manzana. Ambos se habrían conocido en el club Mari Vanna, un bar frecuentado por rusos.

"Ella sabía cómo lograrlo todo. Inteligente, bella y discreta. Era vista como alguien que podía manejar cualquier situación", declaró una persona que conoció a Chapman cuando ella aún vivía en Londres.

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