Experto español en temas vaticanos: "No es fácil pasar de una Iglesia piramidal a una más circular"

¿Cuáles son las temáticas que más debate y eventual división están generando en este sínodo?

La temática de fondo, que más discrepancia está creando en el sínodo, es el alineamiento de los padres sinodales en dos bandos o dos sensibilidades. Por un lado están los conservadores, que apuestan por la doctrina y por no cambiar nada, porque tienen miedo a que, una vez abierta una grieta, el edificio rigorista doctrinal se venga abajo. Por el otro están los que plantean la moral sexual como un ideal, que la Iglesia seguirá marcando. Pero un ideal al que no todos llegan y, por lo tanto, plantean que a los que se van quedando por el camino, no se les puede dejar tirados.

¿En qué materias debería haber avances tras este sínodo?

El avance de fondo sería pasar de la moral sexual entendida como semáforo (la que dice a todo no y lo condena todo) a otra entendida como brújula, que señala el camino y la meta, pero tiene en cuenta los inconvenientes y las heridas del recorrido. En concreto, habrá avances en la moral sexual: desde el preservativo a los anticonceptivos, pasando por la acogida a los gays o a los divorciados.

Además del actual sínodo, hay uno programado para 2015. ¿Cómo se puede interpretar esto? ¿Hay una preocupación especial del Papa Francisco sobre el tema de la familia?

El Papa Francisco sabe que la Iglesia se la juega (se juega su presente y su futuro) en el tema de la familia y de la moral sexual. Esas dos materias tienen que cambiar si la jerarquía quiere taponar la enorme hemorragia silenciosa de católicos que se está produciendo. La gente se va, muchas veces hacia la indiferencia o hacia otras confesiones, harta de la Iglesia del no. Por otra parte, el que haya un segundo sínodo, o el mismo sínodo en dos partes, obedece a que el Papa quiere escenificar bien la sinodalidad eclesial y, al mismo tiempo, que el diálogo y el debate se vayan filtrando a todos los niveles eclesiales.

No es fácil pasar de una Iglesia piramidal, donde todo venía de arriba abajo, a otra más circular, donde ya no hay cuestiones innegociables y donde se quiere estar a la escucha del pueblo de Dios.