Expertos japoneses logran que crezca pelo en animales de laboratorio
<P>Usando células madre crearon folículos pilosos que implantaron, a través de una placa, bajo la piel.</P>
Lograr que a una persona con calvicie le vuelva a crecer el pelo es el sueño de muchos científicos. Hasta ahora se han encontrado genes vinculados a la alopecia, proteínas clave relacionadas con la caída del cabello, y usando células madre se ha logrado reactivar folículos pilosos defectuosos de animales, permitiendo que surja pelo.
Pero lo que acaba de lograr la Universidad de Ciencias de Tokio es un hito: consiguieron hacer crecer pelo en ratones lampiños que no poseían folículo piloso, que es la parte de la estructura de la piel más dinámica y que concentra a las células madre, que son las que en definitiva le dan vida al pelo. Es decir, hizo surgir pelo en una superficie no diseñada para eso.
Para ello, emplearon una técnica de regeneración de tejidos, la misma que en el futuro -dicen- permitirá la sustitución de órganos dañados, enfermos o envejecidos. Takashi Tsuji, líder de la investigación, ya ha logrado crear con este mismo sistema dientes, lagrimales y glándulas salivales, los que son creados con células madre en el laboratorio y luego implantados en animales, para que se desarrollen en el cuerpo como si fuera un órgano más.
El experimento
En este caso específico, los científicos trabajaron con ratones lampiños, animales que no tienen folículos pilosos en su cuerpo, por lo que era imposible que tuvieran pelaje.
El primer paso fue extraer células madre de folículos pilosos de ratones adultos con pelo, las que hicieron crecer en el laboratorio. Posteriormente, con técnicas de bioingeniería las hicieron germinar sobre una especie de cápsula plástica, un dispositivo que se asemeja al tejido epitelial (primera capa de la piel). Así se aseguraban de que estos pequeños folículos se adhirieran a una base y de paso, prevenían la formación de quistes epiteliales que se ha visto en otros experimentos similares.
Tres días después del trasplante, esta base sintética ya estaba cubierta, lo que permitió una mayor densidad de pelo. En ese momento, la placa fue trasplantada al individuo receptor (en este caso, un ratón lampiño) y sólo 14 días después se pudo observar una pequeña erupción del tallo del cabello en el 94% de los implantes. Y a los 46 días, el implante ya tenía conexiones nerviosas en el 74% de los casos. Los nuevos pelos fueron absolutamente funcionales a la biología de la piel, poseían glándulas sebáceas, raíz y vaina igual que un pelo natural.
Según explican los investigadores en el texto publicado en "Nature Communications", los avances logrados demuestran que las células madre del folículo se reorganizaron con éxito en la placa de pelaje creado con bioingeniería, con una población adecuada de células epiteliales que permiten el crecimiento de pelo en forma natural. Incluso, como en todo pelaje, este pelo implantado se cayó y volvió a crecer, siguiendo su ciclo normal de crecimiento.
Los folículos pilosos desarrollados en el laboratorio formaron las estructuras y conexiones correctas con los tejidos del huésped (epidermis, músculo erector del pelo y fibras nerviosas), sin generar rechazo.
En esta investigación participaron científicos de la U. de Showa, U. de Kitasato y la Universidad de Ciencias en Tokio.
Para los científicos, esta investigación puede solucionar el problema de quienes han perdido su cabello debido a la alopecia o heridas en el cuero cabelludo. De hecho, dicen que en dos años comenzarán las pruebas en humanos.
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