Fallo de tribunal italiano abre interrogantes sobre crimen de joven británica
<P>Amanda Knox y Raffaele Sollecito fueron absueltos, el lunes, del crimen de la estudiante.</P>
¿Quién mató a Meredith Kercher? ¿Quién se encontraba en la habitación de la joven el 1 de noviembre de 2007? ¿Quién acompañaba al marfileño Rudy Guede ese día? Estas son las interrogantes que la familia de la joven británica asesinada en la ciudad italiana de Perugia aún se hace, luego de que un tribunal italiano absolviera, el lunes, a la norteamericana Amanda Knox y a su ex novio Raffaele Sollecito, dos de los tres imputados por la muerte de Kercher.
"La sentencia de hace dos años fue totalmente anulada y por ello ahora nacen nuevas preguntas. Si (Rudy) Guede no estaba solo, pero con él no estaban ni Amanda ni Raffaele, ¿quién estaba aquella noche?", se preguntó ayer el hermano de Meredith, Lyle Kercher.
Knox y Sollecito habían sido condenados en primera instancia a 26 y 25 años de prisión, respectivamente, debido a que el tribunal consideró que participaron en el asesinato de la estudiante británica. Tras la absolución del lunes, se prevé que los abogados del ahora único acusado de la muerte de Meredith, el marfileño Rudy Guede, pidan reabrir el caso, pues éste fue condenado a 16 años de cárcel por ser cómplice de asesinato de la joven británica durante un "juego sexual". Según Guede, en este hecho participaron Knox y Sollecito.
La familia de Kercher adelantó que los fiscales presentarán un recurso al Tribunal Supremo y ellos lo apoyarán, para que "se esclarezca la verdad". Por su parte, Knox regresó anoche a su casa en Seattle (EEUU), mientras que Sollecito se trasladó hasta el pueblo de su familia, Giovinazzo, en el sur de Italia.
Los cabos sueltos
El 2 de noviembre de 2007, la policía italiana encontró el cuerpo de la estudiante inglesa Meredith Kercher en su casa, semidesnudo, degollado, con 47 heridas de arma blanca y cubierta por un cubrecamas ensangrentado. Tanto el móvil del crimen como la hora en la que ocurrieron los hechos aún son una incógnita.
La autopsia determinó, primero, que la británica mantuvo relaciones sexuales antes de su muerte, pero sin determinar si había sido forzada o no. Luego, se dijo que sí había sido violada. Respecto de las circunstancias de la muerte, se barajó la hipótesis de una agresión sexual desencadenada por el consumo de drogas: "Una fiesta de sexo y drogas que salió mal", debido a que Kercher se habría negado a participar, según filtraron policías italianos.
Las pruebas más contundentes contra Knox y Sollecito eran un cuchillo de cocina que se encontró en casa del italiano, con muestras de ADN de Knox en la empuñadura y de Kercher en la punta del filo. Sin embargo, éstas eran tan pequeñas que dos especialistas independientes contratados por el Tribunal de Apelación determinaron que no se puede asegurar con certeza a quién pertenecen estos restos. Lo más determinante fue una huella dactilar ensangrentada, encontrada en el lugar del crimen y atribuida a Guede, pero sin rastro de Knox y Sollecito.
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