Fareed Zakaria: "Tras los atentados, EE.UU. disminuyó su poder y presencia en el planeta"
<P>R Refiriéndose a Al Qaeda, Zakaria señala que esa organización ha perdido fuerza, gracias al trabajo de los gobiernos para combatir a los grupos terroristas.</P>
Fareed Zakaria es reconocido como uno de los más importantes analistas políticos de EE.UU. Realizó parte de su carrera como editor y columnista de la revista Newsweek y actualmente es editor y analista de la revista Time, así como conductor del programa que lleva su nombre en la cadena CNN. Además, ha escrito libros como The post American World y The Future of Freedom and From Wealth to Power. En conversación con La Tercera, Zakaria analiza el poder de Al Qaeda y los desafíos que enfrenta el mundo a 10 años de los atentados del 11 de septiembre.
Después de 10 años de los atentados del 11 de septiembre, ¿el poder de Al Qaeda se ha visto disminuido o es aún una amenaza?
El poder de Al Qaeda está sustancialmente disminuido. En retrospectiva, lo que podemos ver es que esta fue una organización que se benefició mucho por el hecho de que ningún gobierno en el mundo occidental los tomaba en serio. Eran tratados como una molestia en vez de una gran amenaza a la seguridad. Los atentados del 11 de septiembre cambiaron eso y los gobiernos del mundo comenzaron a cooperar mutuamente mediante operaciones antiterroristas. Empezaron a rastrear a esta gente, sus identidades, visas, pasaportes. Buscaron y bloquearon las transferencias de dinero, lo que fue crucial, porque el dinero es vital para estas acciones terroristas. Así, resulta muy difícil hacer terrorismo global cuando tienes a todo el poder del mundo en tu contra. En los últimos nueve años, han sido capaces de hacer dos clases de operaciones: aquellas inspiradas en Al Qaeda, pero no ejecutadas por esta organización, sino que por un grupo local. Lo malo es que matan a civiles, gente común y hacen que la opinión pública se vuelva contra ellos. En el segundo caso son las misiones que no han resultado exitosas, como el "terrorista de los zapatos" (en diciembre de 2001) o el que ocultaba explosivos en los calzoncillos en un vuelo a Detroit en 2009.
¿Las células que Al Qaeda tiene en otros países, como en Yemen, son una amenaza para Occidente?
Eso es una gran exageración. Hicimos esto durante la Guerra Fría también. Nos imaginamos que el enemigo mide tres metros, hablamos de las células dormidas de Al Qaeda, que se pueden activar en cualquier momento. Tenemos muy poca evidencia de que existen. En cada país hay personas radicales y probablemente estén pensando hacer algo. Pero eso es muy diferente a una célula terrorista seria, con miembros entrenados, que esté activamente comprometida en alguna clase de operación.
¿Cuáles son las mayores amenazas que Estados Unidos u Occidente enfrentan?
Una de las razones por las que el poder de Al Qaeda está tan disminuido es porque estamos tomando su amenaza seriamente y la estamos combatiendo. Las operaciones contraterroristas están funcionando bien, y mientras nos mantengamos alerta, Al Qaeda sigue siendo una amenaza, pero no grande. Vivimos en un período muy inusual, ya que tenemos un gran estabilidad política, pero enfrentamos dos clases de amenazas: una, son las amenazas provenientes de grupos pequeños terroristas, ya que otorga poderes a la gente y un grupo pequeño puede hacer cosas malas. La segunda, es la trayectoria a largo plazo, las relaciones de poder de largo plazo, donde sí vemos el auge de China y probablemente esto es el segundo factor que potencialmente podría cambiar esta estabilidad actual. Yo no la llamaría una amenaza, sino un desafío para el ordenamiento mundial y que necesita ser manejado con cuidado.
¿Cuáles fueron las mayores consecuencias de los atentados en el mundo?
Las mayores consecuencias fueron la disminución del poder y el prestigio de EE.UU. en el mundo. Si miramos al pasado, vemos una gran sobrerreacción y distracción de parte de EE.UU. Como el hecho de que nos embarcarnos en operaciones militares que no eran necesarias, como la guerra en Irak, creamos esta nueva burocracia, como es la administración de la Seguridad Nacional, dificultamos la entrega de visas, lo que es una tragedia, porque solíamos ser una de las naciones más abiertas del mundo. Fue una distracción, porque al final lo más importante que Estados Unidos tiene que enfrentar es cómo permanecer como el líder mundial económicamente, en un nuevo mundo que va en alza, que no es sólo Asia, sino que también América Latina.
¿Hubo abuso de las libertades civiles en nombre de la seguridad nacional?
Hubo. Incluso algunas fueron excesivas. Pero en el amplio espectro creo que EE.UU. sigue siendo un país con enormes libertades civiles. Si se compara con cualquier país europeo, EE.UU. aparece con protecciones individuales mucho más fuertes, donde el gobierno tiene mucho más responsabilidades sobre su poder. Nuestra Constitución protege nuestros derechos, a diferencia de Francia, Reino Unido, donde el Estado puede hacer muchas cosas que en EE.UU. es imposible hacer.
¿Los problemas económicos que enfrenta su país son en parte producto de los gastos en Irak y Afganistán?
Sí, ha habido un gasto excesivo de recursos, que han sido en parte responsables por los problemas de presupuesto que tiene el país en este momento. Digo en parte, porque la realidad es que la mayor causa de los problemas de presupuesto fueron las reducciones de impuestos de George W. Bush. Las guerras claramente se sumaron a eso, especialmente, porque son las únicas guerras en las que EE.UU. incurrió en gastos sin que se aumentaran los impuestos.
¿Cómo cambió la relación entre los países tras los ataques?
En una forma los ataques fortalecieron la cooperación internacional a un nivel que a veces no se ha visto en público. EE.UU. y Francia tuvieron fricciones durante la guerra de Irak y siempre ha habido una tensión cultural entre los dos países. Pero cuando conversas con agentes de inteligencia, la cooperación entre ambos en materias de contraterrorismo ha sido muy fuerte. En asuntos más amplios ha habido una cooperación extraordinaria con países con los que se tenía en la superficie una fricción, como Arabia Saudita. A veces, para tener una gran cooperación entre los países se necesita una amenaza, una clase de desafío.
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