FDA aprueba terapia con células madre embrionarias para curar ceguera
<P> La empresa ACT fue autorizada para inyectar células madre directamente en la retina de 12 pacientes que sufren un tipo de ceguera degenerativa.</P>
En las investigaciones con animales lograron un ciento por ciento de éxito. Ahora la empresa americana Advanced Cell Tecnology (ACT), tiene luz verde de la Administración de Alimentos y Drogas de EE.UU. (FDA) para que inyecten células madre embrionarias en los ojos de 12 pacientes que sufren una forma hereditaria de ceguera, con el fin de devolverles su visión.
El tratamiento comenzará a aplicarse en 2011 en tres pacientes que sufren degeneración macular de Stargardt, una enfermedad hereditaria a los ojos que afecta aproximadamente a uno de cada 10.000 jóvenes en el mundo. La enfermedad causa una pérdida progresiva de la visión, por lo general en niños, a partir de los 10 años. A medida que la enfermedad progresa, una capa de la retina llamada epitelio pigmentario de la retina (EPR) se degenera, causando la pérdida total de la visión, por la falta de fotorreceptores.
Actualmente no existe tratamiento para la degeneración macular de Stargardt, siendo la terapia con células madre embrionarias la única que ha logrado recuperar parcial o totalmente la vista.
Según explicó a La Tercera Edmund Mickunas, vicepresidente de Regulación de ACT, 50 mil células de EPR, extraídas de células madre embrionarias, serán inyectadas directamente en la retina del primer paciente. Y aunque el ensayo se ha diseñado principalmente para evaluar la seguridad de la terapia, los primeros signos de mejoría visual pueden ser evidente en unas seis semanas. "Lo más importante será conocer la reacción, antes que ver resultados de mejora", dijo, agregando que evitar inflamaciones es uno de los riesgos más comunes en este tipo de tratamiento. El segundo paciente recibirá 100.000 células y la dosis más alta será 200.000 células.
Según explicó a BBC Robert Lanza, director científico de ACT, "en el estudio con ratas vimos una mejora de 100% en el control visual de los animales que recibieron el tratamiento que tenían un trastorno similar al que ocurre en humanos", explicó el científico y agregó que "los resultados mostraron que las células madre fueron capaces de restaurar de forma extensiva los fotorreceptores de los animales".
Terapia del futuro
Este es el tercer tratamiento con células madre embrionarias que es autorizada en todo el mundo para ser aplicada en humanos y la segunda permitida por la FDA, que había detenido el financiamiento público a investigaciones en 2001, por razones éticas, hasta que Barak Obama firmó, en marzo de este año, el fin de la prohibición.
La primera terapia en el mundo con células madre embrionarias fue la llevada a cabo -en octubre pasado- por la empresa Gerón y la Universidad de California en Irvine, en un paciente paralítico, para reparar lesiones en su médula espinal. La semana pasada, en tanto, médicos de la U. de Glasgow, en Reino Unido, inyectaron células madre fetales en el cerebro de un hombre para recuperar sus lesiones cerebrales tras sufrir un ataque.
Pese a la controversia que genera este tipo de tratamiento, por el uso de embriones humanos, los expertos aseguran que en estas terapias está el futuro de la medicina.
"Después de una década de intensa controversia, finalmente estamos listos para probar que (la terapia) funciona y que puede ayudar a pacientes que sufren enfermedades terribles", dijo Lanza.
Para Mickunas es cuestión de tiempo para que las células madre embrionarias se usen para más y más enfermedades. "Ya sabemos que las células madre pueden crear casi todas las partes del cuerpo y con eso todo se puede cambiar" , dijo el experto.
De hecho, la misma compañía está trabajando en otras investigaciones con células madre embrionarias para curar otros tipos de problemas. Una de las más avanzadas y la próxima a comenzar sus ensayos en humanos es otro tipo de ceguera,también de degeneración macular, que actualmente es incurable y que afecta al 10% de las personas de 66 a 74 y al 30% de los pacientes de entre 75 y 85 años. También realizan trabajos en pacientes con enfermedades cardíacas como el infarto al miocardio.
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