Fernando Fischmann cuenta cómo obtuvo aguas cristalinas en sus lagunas

Como "una pesadilla" describió el empresario Fernando Fischmann, creador y dueño de la empresa Crystal Lagoons los primeros pasos que dio para crear sus lagunas cristalinas. "Todos se saben el final feliz de la historia, pero esa fue una época muy difícil. No sabía si tendría resultados", dijo ayer en un seminario de la Universidad Adolfo Ibañez. Recordó que cinco días después de que abrió la primera etapa de su primer proyecto, San Alfonso del Mar, en Algarrobo, "el resultado fue un desastre: el agua se volvió verde como una sopa", contó. Buscó asesoría en varios países, sin éxito. Entonces, inició una investigación, apoyándose en sus conocimientos como bioquímico. En eso estuvo seis años, hasta que ideó un sistema que patentó en 150 países. ¿La fórmula? "Químicos que se usan en distintas piscinas, sistemas de filtración que utilizan muy poca energía, reemplazamos siempre la misma agua, no necesitamos agua externa (...) Las lagunas se operan desde un sistema central, que es un sistema telemétrico", dijo Fernando Fischmann.