Festival Maquinaria: Kiss da el show más espectacular y cita junta a 30 mil personas
<P>Marilyn Manson, Mastodon y Slayer también se encumbraban como las mayores convocatorias de la cita de ayer en Las Vizcachas.</P>
Fue la versión más ambiciosa, aunque, en sus resultados, la apuesta fue algo desmedida. El Festival Maquinaria 2012 reunió a cerca de 30 mil personas -según datos entregados por Carabineros- en su primera jornada de ayer en el Club de Campo Las Vizcachas, un público que en su grueso prefirió llegar después de las 19.00 horas, directamente a los números centrales. El relato, sin embargo, es el mismo al hablar del sonido que unió a la convocatoria: una misa de rock pesado en sus mejores variantes, desde el hard rock clásico de Kiss, la promesa cumplida con Mastodon, la versión más extrema de Slayer y su cara masiva cortesía de Marilyn Manson.
Cerca de las 22.30, Kiss salió al escenario, pisando de inmediato como el plato central de la cita. Y el más espectacular: la banda entró 20 minutos antes de las 23.00 con su clásica presentación de locutor. Los de las caras pintadas saltaron al escenario entremedio de la pirotecnia, lanzando bengalas por los costados del escenario, llamas y explosiones. Paul Stanley se apoderó del micrófono para inaugurar su show con Detroit Rock City. Para la segunda canción, Shout it loud, los espectadores aplaudían, saltaban y coreaban. Y el entusiasmo no cayó ni cuando presentaron el primer corte de su nuevo disco.
Antes que la banda de Gene Simmons, Marilyn Manson saludó nuevamente a Chile. "Ha sido demasiado tiempo", concedió el vocalista, que marcó su punto cumbre con la combinación de Rock is dead y sus versiones para Personal Jesus y Sweet Dreams. Y lo hizo justo tras jugar a la provocación con el público: "Volvamos a lo básico, ya que veo a un montón de campesinas con los senos al aire".
Slayer, con Tom Araya al frente, permaneció fiel a su máxima: cuatro músicos sobre el escenario, un lienzo de fondo y sólo música brutal. Entraron a las 21.00 horas, y tras una hora y media de thrash metal, el recinto acusó uno de sus problemas: una nube de polvo que ya se había levantado desde la actuación de Criminal, y que nunca más abandonó el espacio.
Fuego lento
Las puertas del Club de Campo Las Vizcachas se abrieron cerca de las 14.15 horas, sólo un cuarto de hora antes del primer show que señalaba el programa, los brasileños de Republica, en el escenario Pepsi. Desde el viernes en la noche, de todas formas, la organización permitió la entrada del público que acampó en el espacio. Al mediodía de ayer, 62 carpas estaban montadas por asistentes. Pero durante el día terminó por poblarse esa área. La única queja: la nula iluminación del lugar, que sólo tenía luz en los baños. El mismo problema se extendía a los accesos y desplazamientos entre escenarios, sin iluminación artificial.
Pasadas las 14.00 horas, comenzaron las primeras pifias del público más ansioso por entrar. Cuando finalmente se permitió el ingreso, un grupo de cerca de 100 personas corrió para ganarse un puesto en primera fila en alguno de los cuatro escenarios de la jornada. El resto ingresó en orden. Las poleras negras de Kiss y Slayer ganaron por mayoría, y desafiaban un calor que superó los 25 grados de temperatura. Había tiempo, también, para fotografiarse con Marcelo Hernández (32 años), uno de los dobles de Genne Simmons que llegaron hasta el Festival.
No había apuro, porque el primer show en el programa, el de los brasileños Republica, no arrancó hasta las 15.30, con una hora de retraso. "Están arreglando un cable", trataba de explicar el sonidista de la banda. Fue finalmente Hielo Negro quien inauguró los fuegos de Maquinaria, frente a una audiencia de 1.500 personas en el escenario HP, uno de los dos principales. Media hora más tarde, surgía una de las sorpresas de la jornada: el grupo brasileño Project 46, que ofreció un show enérgico.
Los de Republica ingresaron una hora más tarde, aprovechándose del final de Hielo Negro para convocar con su versión para Killing in the name de Rage Against de Machine. Perdiendo a su público, nuevamente, cuando Mastodon amenazaba con comenzar su concierto y cerrando una presentación casi trágica, cuando su vocalista Tim Dorney se cayó del escenario en plena actuación. El cantante recibió atención médica al borde del escenario. Más tarde se informó que sufrió la fractura de un brazo.
Mastodon fue el primer número coherente con la magnitud de la cita (ver crítica). Desde que accionaron su bombo y desplegaron el macho cabrío que tuvieron como telón de fondo, los de Atlanta capturaron al grueso de la asistencia. Cerca de cinco mil personas se trasladaron hasta el escenario Maquinaria, uno de los dos centrales, para prender los primeros mosh pits y levantar polvo como demandaba la cita rockera.
Campo traviesa
En los otros extremos del Club de Campo, dos números nacionales sufrían de la calidad excluyente de los metaleros estadounidenses: Cómo Asesinar a Felipes, una de las bandas chilenas más celebradas del país, tocaba frente a algo más de un centenar de personas; en el escenario Pepsi, Yajaira cantaba frente a un público algo más numeroso. A las 18.30, subió la banda brasileña Cavalera Conspirancy, que hacia el final levantó el fervor de su público con el clásico de Sepultura, Roots. Mientras al otro lado, en el escenario HP, Stone Sour cumplía con su segunda actuación en Chile.
Pero esta era la prueba de fuego para un escenario nuevo. El Club de Campo Las Vizcachas respondió y sorteó uno de los problemas de las versiones anteriores: el servicio de alimentación no presentó mayores esperas, operado bajo un sistema de tickets. El polvo, sin embargo, fue invitado poco grato y los baños, entrada la noche, pasaron a optativos. Durante el festival se vendía cerveza en todos los espacios, mientras que los tragos sólo eran servidos en el sector VIP, que recibió a 600 personas. Carabineros informó que no se registraban incidentes ni detenidos. Hoy, Maquinaria continúa, con Slash, Deftones, Calle 13 y The Prodigy.
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