Figuras públicas




Señor director:

Más allá de las responsabilidades judiciales que se pueden atribuir a las figuras públicas ante determinadas acciones reprochables, pesa sobre ellos una responsabilidad social, de la cual no parecen ser conscientes.

Los futbolistas, artistas u otros famosos, incluso los políticos, son modelos de imitación que influyen poderosamente en la conducta de los demás, especialmente de niños y adolescentes. Mientras más significativa es una figura, mayor es su capacidad de influir y generar valores, tanto positivos como negativos.

No es la misma responsabilidad que tiene cualquier otro profesional, especialmente porque la identificación con los éxitos del ídolo traspasa a la gente alegría y felicidad, lo que explica la histeria colectiva que generan. Por eso sólo resta pedirles que sean conscientes de que el respeto, el compromiso, la responsabilidad, el honor y la honestidad no se enseñan, sino que se viven y reproducen a través del ejemplo.

Mauricio Valdivia Devia

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