Fin a la generación dorada de Argentina
<P> Lituania apabulló a los transandinos por 104-85, para pasar a semifinales, donde enfrenta a EE.UU.</P>
No es fácil representar un glorioso pasado reciente si a un equipo le faltan dos de sus mejores cartas. Y eso le sucedió a Argentina en el Mundial de Turquía. Sin Emanuel Ginóbili, quien se borró por razones físicas y familiares, y sin Andrés Nocioni, cuyo equipo, Philadelphia Sixers, hizo valer una cláusula en el contrato para impedirle disputar el torneo aún convaleciente de una lesión en el tobillo izquierdo, a los transandinos se les hizo muy difícil responder a la tradición protagónica que adquirieron en la última década y quedaron fuera de la lucha por el título.
Lituania arrolló a los albicelestes por 104-85 y les hizo sentir todas sus carencias, entre las cuales también se suma la gastroenteritis que dejó fuera de casi toda la primera ronda a Fabricio Oberto y que lo hizo bajar varios kilos. Los europeos estuvieron intratables en todas partes, en particular con los triples, estadística en que completaron un 50%, aunque hasta el tercer cuarto llevaban 63%, mientras que los transandinos sólo marcaron 19% (cuatro de 21).
Sergio Hernández, el técnico de Argentina, no buscó excusas. "Hay partidos que tienen más análisis. El de hoy (ayer) tiene una sola explicación: había un equipo en la cancha y fue Lituania. Nos mataron con su defensa y su rapidez... Esta Lituania es el mejor equipo que he visto en este Mundial".
Luis Scola, quien ante Brasil, en octavos, fue la figura que gestó el ajustado triunfo, apenas tuvo presencia ayer en Estambul: 13 puntos, 31% en lanzamiento de campo, cuatro rebotes y una asistencia.
El ala pivote de los Houston Rockets había advertido que debían buscar más alternativas que buscarlo siempre él, pero "Oveja" Hernández no encontró esas opciones. Su colega Kestutis Kemzura se ufanó de haber dado con la respuesta que necesitaba. "La clave fue parar a Scola y el pick and roll Prigioni-Scola", confesó.
El DT argentino había asegurado que a la generación dorada de su país todavía le queda una prueba más, Londres 2012, pero por lo visto en Turquía, con un equipo que ronda los 30 años de promedio, bien parece haber llegado el final. Medallas de oro y bronce olímpicas, además de un subcampeonato y un cuarto lugar en mundiales, son un saldo más que positivo para contar.
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