Fingir una sonrisa puede agotarnos
Una nueva investigación muestra que atender constantemente con una sonrisa tiene un costo emocional para quienes trabajan como camarero o atendiendo clientes cara a cara. Sicólogos de la U. de Northampton consultaron a 199 empleados y comprobaron que quienes tenían que hacer un esfuerzo mayor que la mayoría al simular alegría tenían más probabilidades de sentirse emocionalmente agotado y cínicos. Según los expertos, las organizaciones deben tener mecanismos para ayudar a los empleados a generar métodos que les ayuden a lidiar con el trabajo emocional que tienen que soportar al tratar con clientes.
La creencia popular dice que se puede morir de pena, lo que para científicos de la U. de Boston no es tan errado: una consulta a más de dos mil víctimas de pre infartos cardíacos determinó que vivir una emoción muy fuerte, como la muerte de un cercano, eleva en 21% el riesgo de sufrir un ataque al corazón dentro de los siguientes días. Peligro que disminuye pasada la primera a un 6% más de riesgo. La pena, la rabia y el dolor que muchas veces acompañan estas situaciones, elevan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, aumentando así la coagulación de la sangre.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.