Fiscalía revela que líder de grupo religioso amenazó a joven
<P>Víctima declaró que Eduardo Cruz, que decía ser el "El Mesías", la obligaba a tener relaciones. El y su hijo quedaron en prisión.</P>
Por considerarlos un peligro para la seguridad de la presunta víctima de abuso y violación y de la sociedad, el Juzgado de Garantía de Curacaví decretó ayer la prisión preventiva para el artesano Eduardo Cruz Berríos (54) y su hijo Israel Cruz Parra (27). Ambos vivían en una parcela en esa ciudad y formaban parte de una comunidad religiosa constituida por familiares, la que fue allanada por la PDI el jueves.
Según el fiscal Cristián Cáceres, Eduardo Cruz -quien decía ser "El Mesías"- en 2010 habría ejercido sobre su sobrina de 16 años "una presión sicológica e intimidación, haciendo uso de su poder espiritual, violando y abusando de ella de forma reiterada". De esta forma, Cáceres sostuvo que a través de la "manipulación", el pastor provocaba "aislamiento social y sumisión de orden religioso" a una menor "con escasas redes de apoyo y sin voluntad propia para oponer resistencia".
Según antecedentes de la fiscalía, lo mismo habría realizado su hijo Israel entre 2006 y 2007, violando a la menor cuando tenía 12 y 13 años. "El tío (Cruz Berríos) tomaba las decisiones, prohibía comunicarse con otras personas. El me daba miedo, dominaba mi vida. Decía que a mi familia le podía ir mal y que iba a castigar a mi mamá sin dejarla entrar a la iglesia, que tenía que tener sexo. Exigía que todos los fines de semana en Curacaví debía estar con él. Estaba confundida, pensaba que era una persona buena", fue parte de la declaración de la adolescente dada a conocer ante el tribunal.
La Fiscalía Occidente acusó que la menor fue víctima de "chantaje" y "amenazas" por parte de los imputados. "Cruz Berríos decía que si no tenía relaciones con él, le iba a contar a todos las relaciones que ella (la menor) tenía con su hijo", dijo Cáceres ante el tribunal.
Además del relato de la víctima, la fiscalía utilizó como medio de prueba las declaraciones de los padres y la pareja de la joven.
También presentó un peritaje particular, uno del Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas) y otro del Servicio Médico Legal (SML), los cuales, según el persecutor, acreditaban el presunto delito.
El tercer imputado, Alejandro Cruz Berríos -hermano del "líder espiritual" de la secta-, fue formalizado por infracción a la ley de control de armas, luego de que durante la detención se le incautaran un revólver, una escopeta y un proyectil antitanque sin autorización. Quedó con arraigo nacional y firma semanal.
Pese a que no existen más denuncias además de la realizada en 2010 por la madre de la menor presuntamente abusada, Cáceres no descartó que puedan existir más casos. Sostuvo que la fiscalía intenta descifrar un mensaje en clave encontrado en un cuaderno de otra posible víctima.
El defensor de los hermanos Cruz Berríos, Rodrigo Velásquez, descartó que se tratara de una secta: "Se trata de una comunidad evangélica como tantas otras, no tiene ninguna característica de secta". Además, descartó el delito de violación: "Si se consideran ciertos los hechos, sería un delito de estupro. Según lo que dice la menor, ella habría accedido voluntariamente, producto de una relación de dependencia".
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