Forch y Milostich ensayan My Fair Lady, obra que los reafirma como dupla de musicales

<P>Desde hace un mes, en jornadas de hasta ocho horas, se realizan las sesiones previas al estreno, que se efectúa el 1 de septiembre.</P>




Julio Milostich se para al lado de una actriz y la imita, dándole una nota de relajo a uno de los ensayos de My fair lady. Días antes, Amaya Forch, la otra integrante del dúo de protagonistas, estaba tan concentrada que no había nada más que sus movimientos y su voz. Los actores, conocidos por su rol en teleseries, se reafirman como una dupla de éxito en el terreno de las obras musicales, en este montaje que se estrena el próximo 1 de septiembre, inaugurando el Teatro Municipal de Las Condes.

Llevan un mes de práctica. Los ensayos se han hecho en el Centro Cultural de la misma comuna y la pareja ha practicado de manera separada y también en conjunto. Milostich es el Professor Henry Higgins, papel que en la película realizada en 1964 interpretó Rex Harrison. Y Forch es Eliza Doolitle, el rol que en el mismo filme hizo Audrey Hepburn. "Es el texto original. Lo hemos adaptado al español sin chilenizarlo", cuenta la actriz de 38 años. "Vi la película hace años y he estado leyendo. Pero estoy concentrada en lo que yo puedo leer del personaje, de los subtextos. No me interesa copiar ni ver cómo lo hacen los demás", señala Forch sobre el espectáculo, basado en el Pygmalión de George Bernard Shaw y llevado por primera vez a escena en Broadway en 1956.

En tanto, Milostich se explaya en la química que ha logrado con Forch: "Nos necesitamos. Amaya es muy generosa, creamos un código entre nosotros... Me encantaría seguir en esto. Siento que estamos abriendo un nicho en el musical. Aunque debo reconocer que tengo muchas ganas de hacer una obra de teatro tradicional".

Y es justamente este "fiato" al que se refiere el actor la base de la fórmula que los convirtió, junto a Forch, en la pareja más exitosa del momento en los musicales en Chile. En 2009 debutaron con El hombre de La Mancha en el Teatro Municipal. Reunieron a más de 20 mil personas en la primera temporada, convirtiéndose en uno de los éxitos del recinto en los últimos 15 años. Luego siguieron de gira. Y ahora My fair lady, según dicen los productores, cuenta con un presupuesto cercano a US$ 1 millón. Son 30 actores en escena y un trabajo que incluye vestuario diseñado especialmente, las coreografías de Hugo Urrutia, a la profesora de voz Maribel Villarroel y una orquesta de 14 integrantes, dirigida por Eduardo Browne.

"Estamos abriendo un nicho interesante y lo importante de esto es que la gente está pudiendo ver espectáculos de nivel internacional", apunta Rodrigo Claro, director de esta puesta en escena y de El hombre de La mancha. "Estamos dando un producto de gran factura y que es 100% chileno. Se trata de un espectáculo que está a la altura de una película chilena y gracias a esto hay más gente que está explorando en el género", agrega Claro.

"Estamos rodeados de cantantes líricos, tenemos director de orquesta. En definitiva, estamos metidos en el mundo de la música. Entonces, es imposible que uno se vaya empapando con la técnica... Hasta nos sabemos los chistes de ópera", comenta Forch. Y afirma que con Milostich "estamos súper afiatados. Mi pareja de escena ideal es Julio. Si me dieran a elegir en todos los trabajos de aquí en adelante, yo diría Julio". En tanto, y sobre el uso de su voz, el actor comenta que "ha sido un desafío. Pero me siento mucho más confiado".

Los ensayos siguen ahora en el Teatro Municipal de Las Condes. Las jornadas son de lunes a sábado. Se extienden hasta ocho horas, aunque no siempre con los protagonistas. En las prácticas no hay lujos, a lo más botellas de agua mineral sin gas. "Es algo más intenso y estricto", dice un testigo de las sesiones. Un esfuerzo que Claro siente que vale la pena. "Mucha gente está haciendo musical. Somos una sociedad bastante triste, por lo mismo, es buena la alegría", finaliza el director.

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