Fouillioux repasa junto a Zamorano la hazaña del Mundial de 1962

<P>El ex ariete de la UC revive momentos inolvidables de aquel Mundial: el desafío de la organización, el debut ante Suiza y la "batalla" frente a Italia.</P>




Alberto Fouillioux e Iván Zamorano tienen varias cosas en común: un largo número de partidos con la camiseta nacional (71 para "Tito" y 69 para "Bam Bam"), pero sobre todo, una idolatría que excedía el mundo futbolístico. Además, ambos en sus experiencias mundialistas tuvieron que medirse ante Italia: Zamorano empató en 1998, mientras que Fouillioux perdió en 1966, pero luce la histórica victoria por 2-0 de 1962.

Precisamente, ese encuentro, conocido en la historia del fútbol como la "Batalla de Santiago", es uno de los aspectos que Fouillioux repasa en esta entrevista que Zamorano le hizo a solicitud de La Tercera. "Tito" fue titular en ese partido, como también en el debut ante Suiza, encuentro que marcó el debut nacional y del cual hoy se cumplen 50 años.

"Cuando hablo del Mundial del 62, lo primero que se me viene a la cabeza es el hito histórico que alcanzamos. Chile organizó un Mundial en buenos términos con las patas y el buche... Antes del Mundial el país sufrió por un gran terremoto, quizás el más grande de la historia. La parte económica era fundamental, sobre todo para los estadios, los accesos, el transporte, el turismo y la preparación de un equipo. Chile se las arregló con grandes dirigentes para tener ingenio, esfuerzo y el talento de organizar un Mundial. Hay crónicas de periodistas europeos que elogian la gentileza de la gente y la organización del campeonato a pesar de todas las dificultades".

ZAMORANO: en ese Mundial usted jugó dos partidos. En el debut ante Suiza y en la victoria ante Italia por 2-0. ¿Qué recuerdos tiene?

FOUILLIOUX: el recuerdo más impactante del Mundial fue el debut. En el partido de Chile con Suiza cuando convertimos el primer gol, yo me tiro adentro del arco y me agarro de las mallas en una clara señal de las ansias que tenía. Me desahogué con las mallas del arco. Tengo marcado el debut que fue impresionante, y después un poco agridulce fue el partido con Italia. Fue violentísimo. No sé cómo no me echaron, ya que tiré un par de planchazos que me da vergüenza verlas hoy en día.

Ese partido es recordado por la violencia de ambos equipos, aunque finalmente sólo expulsaron a dos italianos y a ningún chileno, pese al combo que Sánchez le tiró a David...

Así es. Fue muy violento, ya que se había creado un ambiente hostil por parte de los periodistas italianos, tanto así que los jugadores italianos entraron con ramos de flores a la cancha para dárselos al público, y éstos se lo devolvieron. Todos se acuerdan en ese partido del famoso puñete de Leonel a David, pero el mejor puñete lo vi yo, de Leonel a (Humberto) Maschio que era un argentino nacionalizado italiano. En una discusión, Leonel le dice "y qué estás haciendo acá, si Argentina está jugando en Rancagua". No sé qué le habrá respondido Maschio, pero Leonel se aseguró que nadie estuviera mirándolo y le pegó un puñete que le quebró la nariz.

O sea que Leonel Sánchez era un gran jugador y un excelente boxeador también...

Sí, yo siempre digo que Leonel pegaba como chuteaba, así que imagínate. De hecho, siempre que había un incidente yo me ponía cerca de él.

En ese partido usted chocó con un fotógrafo.

Fue lamentable. Faltando poco para el final, yo me arranco por el costado derecho, tiro un centro, me desequilibro y choco con un fotógrafo. Caí tan mal, que me torcí el tobillo. Entre la euforia del triunfo no le tomé mayor importancia, pero en el camarín el tobillo se comenzó a inflamar y me pusieron yeso para apurar la recuperación y ver si podía jugar ante Alemania. A Jorge Toro también le pusieron yeso, pero ninguno de los dos pudo jugar el tercer partido. Luego, la ilusión que ambos teníamos era llegar al duelo ante Unión Soviética por los cuartos de final. Nos llevaron a los dos a Arica y en un entrenamiento nos hicieron trotar. Jorge podía jugar, estaba recuperado y yo seguí con el esguince y quedé fuera del Mundial. Es un recuerdo amargo futbolísticamente.

¿En algún momento se sintió en desventaja por ser uno de los más jóvenes del plantel chileno?

El plan del Mundial comenzó con juveniles en 1958, junto a Fernando Riera y otro grupo de entrenadores. De ese grupo de juveniles llegamos cuatro al Mundial: Luis Eyzaguirre, Jorge Toro, Honorino Landa y yo. Los más jóvenes éramos el "Nino" Landa y yo. A lo mejor si con el "Nino" hubiésemos llegado con un par de años más de experiencia, hubiésemos hecho un mejor Mundial. Así como también pienso que si ese equipo hubiese tenido a... Iván Zamorano y Marcelo Salas, éramos campeones del mundo (risas). Incluso, el propio Fernando Riera después nos dijo que nos había faltado un par de añitos de experiencia.

Cuando hablo con mi mamá me dice que usted era el más guapo de la Selección. Incluso me cuenta de las canciones que se hacían en su nombre. Mi mamá se sabe la canción "Tito, tito, mi amor". ¿Cómo sobrellevaba esa fama, hecho que suele "marear" a muchos jugadores?

Lo vivía con la pasión que tenía, y que tengo todavía por el fútbol. Mi meta era la Selección y jugar en la Católica, pero la verdad es que yo soy un poco autista o muchos futbolistas somos un poco autistas y no vemos el entorno. Así lo sobrellevé. Recuerdo que después del Mundial yo no podía salir a la calle. Sin ir más lejos, en un comienzo la canción no era Tito, tito, mi amor, era Tito Fouillioux. Y yo alegué en mi club, en la Católica, y les pedí que hablaran con el productor de la canción, Camilo Fernández. El fue muy inteligente, sabio, porque sólo le cambió el apellido. O sea, en vez de Tito Fouillioux, pasó a llamarse Tito, mi amor.

¿Qué recuerdos tiene de Fernando Riera?

Fui bastante cercano a él fuera de la cancha. Tuve el privilegio de ser su amigo, era una biblia abierta de fútbol. El creó una escuela. Después cuando jugué en el Lille de Francia, él dirigía al Olympique de Marsella y ahí conocí a su familia. Lamentablemente no hay recuerdos del hombre que deportivamente fue fundamental en este país. Con él todo debía ser muy organizado, muy bien planificado. Se me produce ciertas semejanzas con el trabajo que marcó Marcelo Bielsa.

¿Podrá alguna Selección en el futuro superar lo hecho por ustedes?

Las comparaciones son odiosas. Para ser terceros en un Mundial es complicado, sobre todo actualmente.

¿Se ve reflejado en algún jugador actualmente ?

Honestamente, no. Sí me veo jugando en la actualidad porque yo era polifuncional.

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