Francia se convierte en primer país de Europa en prohibir uso de velo islámico

El Senado francés dio ayer el paso definitivo para restringir el uso del velo islámico integral en el país: por 246 votos contra uno, los legisladores apoyaron la propuesta que prohíbe el uso de las "vestimentas que cubren el rostro de la mujer" en todos los lugares públicos, incluida la calle. Así, la medida -que fue ya sancionada por la Cámara Baja- comenzará a regir a inicios del próximo año y afectaría a unas 2.000 mujeres musulmanas residentes en Francia, así como a las turistas de Medio Oriente u otras zonas donde el velo islámico -ya sea el niqab o la burka- forma parte de sus costumbres. Francia se convierte así en el primer país de Europa en establecer una prohibición generalizada de la vestimenta.

Los legisladores que respaldaron la iniciativa rechazaron que la medida discrimine a la población musulmana y enfatizaron que el objetivo es asegurar la igualdad de géneros y dar dignidad y seguridad a todas las mujeres que viven en Francia o visitan el país. Los senadores socialistas, en tanto, se negaron a participar en la votación, pese a que expresaron su rechazo al uso del niqab y del burka.

Debido a la controversia que ha generado la iniciativa, los legisladores decidieron solicitar al Consejo Constitucional que emita un fallo sobre la legalidad de la norma y evitar que un recurso posterior impida su aplicación. "Esta ley fue objeto de largos y complicados debates", dijeron Gerard Larcher, presidente del Senado, y Bernard Accoyer, jefe de la Asamblea Nacional en un comunicado conjunto. Ambos, eso sí, manifestaron que "no hay duda" que la norma se ajusta a la Constitución vigente. Tras el trámite, la ley debería ser promulgada por el Presidente Nicolas Sarkozy en octubre.

La ministra francesa de Justicia, Michèle Alliot-Marie, aclaró que, debido a que la norma no habla explícitamente de niqab o burka (se menciona sólo vestimenta que cubre el rostro) hay excepciones, como en el caso de las personas que cubran su cara por obligaciones de seguridad, el uso del casco por parte de motociclistas o la utilización de mascarillas en caso de enfermos y personal de salud, entre otros. Quienes no cumplan con la ley, se exponen al pago de multas de hasta US$ 195. Además, es posible que se les ordene asistir a clases de ciudadanía. En el caso de que sea un hombre quien obligue a una mujer al uso del velo integral, puede enfrentar una condena de un año de cárcel y el pago de US$ 39 mil. Si se trata de una menor de edad, la pena sube al doble.

En Francia viven alrededor de cinco millones de musulmanes y, pese a que la iniciativa afectaría sólo a una minoría, esta comunidad ha dicho que la ley constituye un duro golpe contra la segunda religión más importante del país y podría gatillar un aumento de la islamofobia y de los ataques a mezquitas.

En ese sentido, el sociólogo galo Rafael Liogier aseguró a la agencia The Associated Press que los musulmanes en Francia ya están siendo objeto de muestras de odio y que, por lo tanto, la prohibición "oficializa la islamofobia". El profesor aseguró que lejos de integrar y dar igualdad de oportunidades a las mujeres musulmanas, la iniciativa puede generar que las afectadas se aíslen en sus casas para evitar la exposición de sus rostros en público.

"No voy a salir. Voy a enviar a la gente a hacer compras por mí. Voy a quedarme en casa", dijo Oum Al Khyr, una mujer que usa un niqab, que esconde todo, menos los ojos. "Yo me excluiré de la sociedad", pese a que quería vivir en ella", dijo a la agencia AP.