Francisca Imboden: "No me gusta sentirme muy funcionaria de un canal"
<P> La figura de <I>Las Vega's</I> comenta su gran año, como protagonista de la telenovela y de la serie <I>El hombre de tu vida.</I></P>
Francisca Imboden (41) vive su mejor año televisivo: por primera vez asume dos roles protagónicos a la vez. Por un lado, como la matriarca de la teleserie Las Vega's, de Canal 13, y por otro, como el rostro femenino de la serie El hombre de tu vida, que se estrena a principios de julio en el mismo canal al que llegó en 2011 -cuando fue parte de Peleles-, luego de 14 años en TVN.
En lo personal, la actriz reconoce que también está en un buen momento: tras haberse separado dos veces, volvió a tener una relación. Y en una filosofía de vida que dice haber adoptado últimamente, se cansó de "pasarlo mal" y cree que eso ha repercutido positivamente en su labor televisiva.
¿Cómo se siente con este doble protagónico que le toca en pantalla?
Esta la clásica respuesta de los actores: que uno no se siente protagónico (ríe). Y es verdad, porque en Las Vega's está súper repartido y no me siento la principal. En la serie con Boris (Quercia) somos mucho más supporting actors, por lo que la responsabilidad no es sólo de uno.
¿Comparte que la historia de Las Vega's se ha ido estancando a medida que avanzan los capítulos?
Encuentro que la evolución de la historia va bastante bien, porque ha sido sorpresiva. Al principio uno decía ¿qué más va a pasar? Pero sí van pasando cosas. Al final, las historias personales son más importantes que ver a los gallos bailando: si ya los viste y funciona bien, pero ¿qué pasaba cuando te aburres de verlos bailar solamente?
¿Cómo asumió tener que inter- pretar a la madre de actrices que sólo un poco menores que usted?
En mi vida cronológica actual no podría ser madre de ninguna una de ellas, porque estaría en un Record Guinness, pero actoralmente uno sabe que tiene ese tipo de desafíos. Y encuentro que sin tirarme flores, de lo que me preocupé fue de tener una actitud materna. No me voy a poner más canas, es lo que me toca actoralmente y no se ve tan terrible.
La TV es un poco machista: a las mujeres les dan roles de madre pasados los 40 y los hombres siguen de galanes hasta los 50 o más.
Sí, porque es imagen. En teatro, en cambio, puedes estar eternamente si tienes buena memoria. Para mí, eso es lo rico de pasar los 40: ya no tengo que ser la mina, no tengo que tener la pierna estirada, no tengo que ser nada que no quiera. Esto es lo que hay.
Además, en esta teleserie es pretendida por tres "galanes".
Eso lo encontraba absolutamente increíble, yo decía: ¿La 'Vero', que es tan gansa? Y claro, por otro lado me ayudó a descubrir varias cosas de mi intimidad, porque siempre he sido más amachada y me di cuenta que inevitablemente para un hombre es más atractivo una mujer cuidable y apapachable, más que una guerrera arriba de un caballo con la lanza.
¿Cómo han sido las grabaciones de El hombre de tu vida?
Entretenida, es una serie que tiene mucho ver con el día de hoy. Con eso de sentirse solo, de que ya llegaste a cierta altura y no encontraste pareja, porque te dedicaste a trabajar o a ser como otros querían que fueras. Y de repente decir "chuta, estoy solo".
¿Se siente identificada con los libretos?
Sí. Me he visto en esa situación, intentando rendir, sacando adelante a los hijos. Y a la hora de los quiubos, dices, "claro, esos cabros se van a ir, ¿y yo me voy a quedar con mi perra?". Además, cuando sales en la tele los hombres no se acercan, creen que una es come hombres, que como actriz debes andar con las plumas de vedette. Pero gracias a Dios, estoy estupendo en este minuto, no tengo ese problema.
¿Ha tenido la posibilidad de ver la versión argentina de la serie, con Juan José Campanella?
No quise, y de repente me obligan. Lo que pasa es que es súper distinta, otra idiosincrasia, son súper verborreicos. La palabra, el verbo, es mucho más potente, en nosotros es más potente el gesto. Yo encontraba que tenía que ser más nerviosa, pero es una lucha diaria, porque todos me quieren chantar a la señora argentina y da lata, porque uno se empieza a comparar y la creatividad también está en eso. No voy a cambiar 100% el personaje, pero déjame jugar sobre esas limitaciones a mí.
¿Y lo ha logrado?
Lo logro siempre a la larga. Encuentro que si no, no vale la pena.
Dado su desempeño en Canal 13, ¿está contenta con la decisión que irse de TVN?
Absolutamente. No tengo ningún resentimiento por haberme ido de TVN, me formé ahí y agradezco todos los segundos que pasé en el canal. Pero en cuánto a la pega, soy inquieta, no me gusta sentirme muy funcionaria y espero quedarme harto acá, pero mientras sigan cambiando los lenguajes e investigando, me parece interesante. Si no, me empiezo a sentir aburrida.
Una de las críticas a TVN es que siempre asumen los mismos actores los roles protagónicos. ¿Cómo se sentía con eso?
Sí, pero en TVN tuve buenos personajes, el último fue en Los 40 y era total, una galla bien desgraciada que tampoco tenía mucha moral. Antes de eso ya ni me acuerdo, pero tuve buenos personajes.
Canal 13, además, le dio la posibilidad de hacer series. ¿Quiere seguir haciéndolas?
Toda mi vida haría series, me gusta que los personajes no se traicionan a sí mismos. En una teleserie, en pro de la línea del tema al que quieren llegar, a veces dices "¿pero cómo voy a cambiar ahora, si estaba diciendo una cosa?". A veces traicionan un poco más al personaje.
¿Qué viene después de la serie?
No tengo idea. Sólo me entrego y confío. De un tiempo a esta parte, cuando cumplí 41 años, me dije: "Vamos a ser felices, ¿ya?". En este minuto estoy feliz, después de grabar me quiero ir a mi casa y estar con mi hijo.
¿Y esa decisión propició que estuviera tan bien personalmente?
Sí, ya es suficiente de pasarlo mal. En Chile se valora demasiado que uno esté deprimido. Si estás feliz, eres un idiota. Me fui por el otro lado: no quiero que me negreen, si estoy feliz, hago bien la pega.
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