¿Fue asesinado Caravaggio?

<P>Un equipo liderado por el investigador Silvano Vinceti, conocido como el "Indiana Jones italiano" rastrea el ADN del gran pintor barroco en restos óseos con el objetivo de esclarecer su fallecimiento. Caravaggio murió hace 400 años, solo y pobre, tras matar a un joven y mantenerse prófugo de la justicia. </P>




La "caravaggiomanía" no conoce límites ni razones. A los 400 años de la muerte del genial antihéroe lombardo (el 18 de julio de 1610), la pasión se ha convertido en locura. Un equipo de aventureros, antropólogos y científicos italianos trata de localizar su ADN entre un puñado de huesos y seis personas apellidadas Merisi para conocer la razón de su prematuro fallecimiento, pobre como una rata, a los 39 años. Parece tan difícil como buscar una aguja en un pajar: algunos lo han bautizado como el "CSI de Caravaggio".

El artista, asesino convicto y fugitivo -fue condenado por la muerte de un joven-, falleció en Porto Ercole (Monte Argentario), a 162 kilómetros de Roma. En aquella época, la zona era un lugar estratégico dominado por el imperio español. Hoy es un pujante centro turístico con playas, sol y amarres para yates. La historia cuenta que Caravaggio llegó en barco, desde Nápoles, enfermo y huyendo de una de sus múltiples pendencias. Y que llevaba sus últimos cuadros consigo. Según un pergamino roto, hallado hace medio siglo, Michelangelo Merisi murió en la enfermería local y fue enterrado en el cementerio de San Sebastián. Pero su cuerpo nunca fue encontrado, y ese misterio sigue intrigando hoy a algunos.

¿Quién o qué mató a Caravaggio? ¿La sífilis, el tifus, la malaria, un espía del Vaticano, un ladrón, un amigo de su víctima? La solución, tal vez, se conocerá cuando acabe, si es que acaba, el experimento que ha organizado Silvano Vinceti, el Indiana Jones del arte italiano, que trabaja como asesor en el Ministerio de Turismo en Roma.

Vinceti es un tipo controvertido en Italia. Aunque no es un historiador sino, confiesa, un "diletante apasionado", ha escrito 23 libros y adora los misterios antiguos. "Mi amigo Vittorio Sgarbi dice que soy un voyeur necrófilo, pero me gusta resolver los enigmas del pasado utilizando la necrociencia", explica. ¿Necro qué? "Abrir tumbas y datar los huesos".

Desde el 2003 se ha dedicado a rastrear, con la ayuda de historiadores locales y un georradar, los restos mortales de poetas y filósofos ilustres: Boiardo, Petrarca, Dante, Leopardi, Pico della Mirandola y Poliziano.

Con resultados variables: "De Boiardo encontramos un diente. De Dante pudimos reconstruir la cara. La calavera de Petrarca era de una mujer. Los descendientes de Leopardi no colaboraron. Y descubrimos que Della Mirandola y Poliziano fueron probablemente asesinados con arsénico".

La búsqueda del ADN del gran artista ha entrado en la segunda fase. Tras hallar nueve huesos de hombres adultos en el cementerio de San Sebastián, el equipo de Vinceti acaba de tomar muestras de saliva a seis personas apellidadas Merisi que viven en Caravaggio, cerca de Milán.

Otro historiador del arte, Vincenzo Pacelli, acaba de escribir que Caravaggio habría sido asesinado por los Caballeros de Malta con la tácita aprobación del Vaticano. La tesis no ha sido comentada por el portavoz vaticano, y los caballeros de Malta la han calificado como "cienciaficción".

Mientras tanto Vinceti habla de su investigación: "En el laboratorio haremos pruebas de metales pesados. Si aparece plomo en altas cantidades, puede significar que son de Caravaggio. Para sus claroscuros usaba colores con mucho plomo".

Si todo encaja, se abriría la tercera fase del CSI. "Compararemos los ADN de los seis supuestos familiares de Caravaggio para buscar elementos comunes. Y luego los confrontaremos con el ADN de los huesos", cuenta Vinceti. Si coinciden completarán la investigación en el Departamento de Microbiología de la Universidad de Pisa, que determinará de qué murió Caravaggio.

Desde la atalaya de sus 90 años, el conde Fabrizio Dentice d'Accadia, autor de ensayos sobre el pintor, ve con escepticismo la aventura. Pero cree que es justo indagar el final del fugitivo hiperrealista: "Cambió el curso de la pintura de un día para otro. Dejó de representar el arte sacro de forma idealizada y lo hizo como un mundo de carne y hueso, normal y corriente, como nosotros mismos. Con su genio y su mal carácter, pintó sólo lo que le dejaron pintar".

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