¿Fue el nieto preferido de sus abuelos? Ellos tenían sus razones

<P>Ser nietos por parte de la hija, ser el primogénito, la hija del hijo, tener intereses comunes... En cuestión de nietos predilectos, hay más razones para ser el escogido que para no serlo, sobre todo para las abuelas. </P>




HAY detalles que no se olvidan. Nunca. Como que el primo comía papas fritas con pollo mientras uno la sopa (del día anterior). O las felicitaciones al hermano por ganar en el juego de cartas y las acusaciones de "tramposo" para el otro. Incluso la prohibición de jugar con los adornos de cerámica que estaban encima de la repisa, simplemente con un "tú no. El sí"... Los que corrieron con peor suerte al no ser los preferidos de los abuelos, siempre tienen como argumento una clara evidencia: mientras la foto del primo o del hermano estaba en el velador de la abuela, la de ellos estaba guardada en el cajón.

Los abuelos dicen que no, que a todos los quieren por igual, pero los especialistas que han estudiado la abuelidad, desde geriatras a sicólogos, han encontrado que la simpatía "especial" por un nieto existe. Siempre. Tanto que supera cualquier buena intención de "querer a todos por igual"... Es la evolución y la genética lo que inclina a los abuelos -y especialmente a las abuelas- a tener cierta predilección por unos nietos más que por otros.

Y, en el largo plazo, no es malo para los niños. Sí lo es para sus padres: cuando hay un nieto favorito, la relación que más se daña en la familia es la del abuelo con su hijo adulto. Ellos ven, con cierto recelo, cómo sus sobrinos, y no sus hijos, se han convertido en los preferidos.

Abuelas barreras

"Yo lo digo abiertamente: tengo 11 nietos y cinco son mis preferidos. Ellos lo saben", dice Patricia (80), quien asegura que esos nietos son "míos, míos" a pesar de que algunos tengan más de 30 años.

Son, justamente, las abuelas las que tienden a tener más preferencias, pero -a diferencia de Patricia- son tambien las que más lo tratan de disimular. "Dicen lo quiero, pero sólo un poco más. En cambio, cuando es el abuelo el que tiene los favoritos, pueden hacer más marcada esa diferencia", comenta Carlos García, geriatra de Clínica Las Condes.

Ahora, la predilección, que ya es más marcada en las abuelas, aumenta cuando se trata de las abuelas maternas. Y no tiene que ver con que en estos casos no hay nueras de por medio o porque las hijas suelen cuidar más a sus padres adultos. La explicación tiene que ver con razones evolutivas: prefieren los hijos de sus hijas porque dan certeza de la carga genética heredada, algo que, inconscientemente, no se tiene con los hijos de los hijos.

Es una conducta innata que viene de nuestros antepasados y que tiene que ver con la evolución humana, según concluyó un estudio hecho por sicólogos de la U. de Nueva Gales del Sur, en Australia, a casi 800 estudiantes y sus abuelos cercanos.

"A veces las nietas de las hijas son las preferidas. Algunas evidencias sugieren que esto se debe a que los lazos genéticos más seguros se dan entre las abuelas maternas y nietas, ya que las mujeres siempre están seguras de que el hijo es suyo", dice a Tendencias Catherine Salmon, experta en sicología evolucionaria de la U. de Redlands, California.

En Chile, el 64% de las mujeres que son abuelas declaran que sus nietos o nietas más cercanos son por parte de hija, a diferencia del 36% que dice que sus nietos más cercanos son por parte de un hijo, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez 2010.

Por esta misma razón evolutiva es que los abuelos maternos -a diferencia de los paternos- están más involucrados con la vida de los nietos de sus hijas. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Amberes, Bélgica, el 30% de las abuelas maternas estaba dispuesta a ver diariamente o varias veces a la semana a sus nietos que vivían a 30 kilómetros de distancia, a diferencia del 15% de las abuelas paternas que promovían el mismo contacto. (En Chile, 52% de los abuelos reconoce que ve a sus nietos al menos una vez o varias veces a la semana).

Pero ojo. Los hijos de los hijos, o sea, los nietos de la abuela paterna no siempre correrán con desventaja. Sobre todo si son niñas. La genética les juega a favor. De acuerdo con un estudio de la U. de California en Santa Bárbara, las abuelas paternas, de forma natural y subconciente, favorecen más a sus nietas por parte de su hijo que a sus nietos (hombres). Esto se da porque la abuela en cuestión traspasó alrededor del 31% de sus genes a su nieta, pero sólo 23% a sus nietos por parte de hijo. La explicación está en que el cromosoma "X" del padre viene generalmente por parte de su madre. Lo que quiere decir que su hija tiene mucho en común con su abuela.

Y esto es importante. Porque precisamente -e independiente de lo genético-, los intereses en común, las profesiones similares o formas de carácter son una debilidad para los abuelos a la hora de tener más afinidad con uno de sus nietos. Independiente si son abuelos paternos o maternos. García explica que esto es tema de orgullo entre los abuelos. Otro nieto que es candidato a ser favorito son los primogénitos, como también los que son minusválidos o con algún problema mental o físico.

Celos de hijo

¿Y qué pasa con los que les tocó la sopa y no el pollo con papas fritas? Los especialistas dicen que los niños que no son los predilectos de alguno de sus abuelos no suelen hacerse mayor problema con esta diferencia (siempre que el trato no sea muy diferenciado y dañino). En general, todos lo aceptan.

¿Entonces, todos felices? No. Este tipo de diferencias que hacen los abuelos marcan más a sus propios hijos que a los niños. "A veces los padres se molestan más que los niños. Son ellos quienes pueden comparar más entre qué hacen los abuelos con los nietos de un lado y de otro. Incluso, a veces, son los mismos padres los que les muestra las diferencias que hacen los abuelos a sus hijos", dice a Tendencias Linda Sonna, sicóloga estadounidense experta en relación padre-hijo.

En general, explica, cuando esto sucede son hijos adultos que desde niños sintieron que no fueron los hijos preferidos. Por tanto, son padres que no resolvieron sus conflictos durante la niñez. "En la adultez siguen buscando pruebas de esa diferencia entre hermanos. Y claro, cuando uno busca algo malo, siempre lo encuentra", agrega.

En otros casos, son las nueras las que muestran y encaran a sus suegros. Según Harald Euler, sicólogo alemán evolucionista de la U. de Kassel, el mayor de todos los problemas cuando hay preferencias es que los padres sienten que abuelos paternos se preocupan menos que los maternos. "La madre de los niños se queja porque estos abuelos paternos parecen desinteresados. Justamente, la relación nuera-suegra es la peor de todas las relaciones que se pueden dar entre padres y abuelos. En esos términos, es una relación de mucha más calidad la que se establece entre yerno y suegra", explica Euler a Tendencias.

Aunque Patricia no cree tanto en teorías y estudios. Para ella la preferencia por sus nietos va por otro lado: "Las cosas son bien claritas: la preferencia también depende del cariño que a uno le den".

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