Fuero maternal

<br>




Señor director:

Cuando un empleador contrata a un mujer en edad fértil en Chile sabe que corre el riesgo de que durante dos años, e independiente de su desempeño, se vea obligado a mantenerle su puesto de trabajo.

Si bien es lógico y razonable que no se pueda despedir a una mujer durante su embarazo y en los primeros meses de su maternidad por los efectos que genera la lactancia, un fuero de dos años parece extremadamente largo. ¿Cómo se asegura la productividad de un trabajador que sabe que no puede ser despedido por ninguna circunstancia? Al igual como pueden existir abusos de empleadores, también los hay de trabajadores. La protección que entrega el fuero induce a algunas mujeres a rendir muy por debajo de lo esperado, con un resultado evidente, un fuerte desincentivo a la contratación femenina. El costo lo pagamos las mujeres a través de una menor tasa de participación laboral y salarios más bajos.

Es por eso que en el proyecto de extensión del posnatal la reducción del fuero en tres meses es uno de los aspectos más positivos de éste para las propias mujeres. Un fuero pagado de 21 meses es más que suficiente y, por lo demás, no existe en ninguna otra parte del mundo. La reducción del fuero, por ende, tiende a compensar los posibles efectos negativos en empleabilidad que genera la extensión del posnatal. Esta transacción es beneficio neto para las mujeres y sus hijos.

Cecilia Cifuentes
Economista
Libertad y Desarrollo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.