Fundación Telefónica celebra 15 años con muestra de Picasso

En 2006, y tras 25 años de ausencia, Alfredo Jaar trajo por primera vez sus obras al país. Famoso por su mirada crítica y centrada en revelar las injusticias del mundo, Jaar no eligió ni un museo ni una galería para mostrar su obra, sino una sala de arte ubicada en el primer piso del edificio corporativo de Telefónica. No fue fácil. Francisco Aylwin, director ejecutivo de la fundación y gestor de la exposición, estuvo dos años persiguiendo al artista sólo para que le contestara el teléfono. "Alfredo se sentía engañado. En Chile siempre le habían ofrecido cosas y nunca le cumplieron. Cuando nos juntamos, en agosto de 2004, me dijo: 'Esto es lo que yo quería, mirar a los ojos a la persona con la que estaba tratando y saber que me decía la verdad'. Es lejos la muestra más desafiante que hemos hecho", recuerda Aylwin.

Desde su origen en 1996, la sala de arte de la Fundación Telefónica ha ganado prestigio en la escena artística, basado en la calidad de sus muestras. Allí se realizó la más importante retrospectiva de Matta en 2000, y de Miró en 2003. Nicanor Parra instaló sus artefactos visuales en 2001 y el año pasado se montó la mayor muestra en Chile de Juan Downey desde los años 90. "La idea siempre ha sido mostrar las obras que el público no tiene acceso a ver, gratis y a pasos de la Plaza Italia. Con algunas hemos, incluso, llegado a regiones", cuenta el director.

Para celebrar el 2011 sus 15 años de vida, se exhibirá en marzo una muestra del argentino Mariano Sardón, quien mezcla arte con tecnología, en una instalación que simula el sistema de comunicación telefónica. A fin de año, en tanto, se abrirá La belleza múltiple, una gran muestra de 67 grabados y litografías de Pablo Picasso nunca antes exhibidas en Latinoamérica. Además, la sala de arte será sede, durante dos años, de la World Press Photo, la exposición de fotoperiodismo más importante del mundo.

Las muestras más exitosas (Matta, Cubismo y Jaar) han congregado un promedio de 150 mil personas. Para Aylwin, ha sido vital en el éxito el trabajar codo a codo con los artistas y también disponer de un financiamiento de 100 a 150 millones de pesos anuales. "Como queremos llevar el arte a la mayor cantidad de gente, tenemos un programa para que colegios de bajos recursos vengan en un bus especial de la fundación", agrega Aylwin. "Nos gusta que los artistas se sientan en su casa y nos gustaría tomarnos aún más la calle, quizás con una instalación pública. Ya tenemos en la mira a Matilde Pérez, Mónica Bengoa e Iván Navarro", adelanta.