Funeral de héroe para Ferdinand Marcos divide a Filipinas

Polémica provocó en Filipinas la decisión del Presidente, Rodrigo Duterte, de trasladar el cuerpo del ex dictador Ferdinand Marcos al Cementerio de Los Héroes.

La iniciativa del actual mandatario, quien asumió la Jefatura de Estado el pasado 30 de junio, busca reconocer con honores de Estado al ex gobernante de facto, aunque encontró la oposición de sectores de la ciudadanía que manifestaron su negativa saliendo a las calles de Manila. Además, víctimas del régimen de Marcos recurrieron ayer al Tribunal Supremo de Filipinas para impedir el sepelio que podría concretarse el próximo 18 de septiembre.

"Marcos va a ser recordado como un presidente que recibió el entierro de un héroe, mientras que nadie se acuerda de sus víctimas", indicaron los peticionarios en el escrito presentado ante el alto tribunal.

Según los demandantes, el traslado del cuerpo momificado del ex gobernante viola el acuerdo logrado en 1993 por el gobierno y la familia de Marcos, que estableció que sus restos permanecerían en el Museo Mausoleo Marcos de Batac, en su provincia natal de Ilocos del Norte.

El recurso también argumenta que se trata de "un asunto que tiene implicaciones legales, morales y políticas no solo para el país, sino para los filipinos, la comunidad internacional y la historia de la humanidad".

Marcos gobernó de facto el país desde 1965. Una revuelta popular pacífica lo derrocó en 1986, cuando huyó al exilio a Hawai. Allí falleció en 1989. Sus restos fueron trasladados tiempo después a Filipinas.

El mandatario filipino anunció que había autorizado el traslado de Marcos atendiendo una solicitud de la viuda del ex dictador, Imelda y sus hijos. En su opinión, la medida contribuye a sanar heridas.

Sin embargo, la senadora Risa Hontiveros, que participó en la protesta ciudadana en Manila el domingo, dijo que presentó una resolución en el Senado oponiéndose al entierro de Marcos. Duterte no debería cometer "este error atroz", dijo la congresista.