Fusión Nestlé-Soprole

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Señor director:
Hace pocos días fue publicada una carta mía en que rebatía los argumentos "académicos" dados por José Ramón Valente para aprobar la fusión de Nestlé y Soprole. El retiro del proceso de consulta de esta fusión ante el Tribunal de Libre Competencia (TDLC) confirmada recientemente por  ambas empresas, no viene más que a ratificar lo sostenido en esas líneas: era evidente que aquí se formaba un poder comprador de tal magnitud que podía influenciar los precios y la distribución de los productos lácteos en el país.
Sin embargo, mis dudas me dejan hoy con una preocupación mucho mayor. La necesidad de que la Fiscalía Nacional Económica y el TDLC, así como el resto de las instituciones públicas, redoblen sus esfuerzos por fiscalizar dichas empresas y eviten cualquier conducta anticompetitiva en sus prácticas. Nada nos garantiza hoy que en los hechos no operen como una empresa fusionada y provoquen los mismos efectos nocivos en el mercado lácteo. Es evidente el riesgo de que actúen en forma conjunta en negociaciones o en la fijación de precios de mercado, por dar sólo dos ejemplos.
Como ciudadano, lo  que espero es que ambas empresas sientan que más que un juego de levantar y retirar consultas, el gran rechazo que provocó en la opinión pública esta solicitud, es una clara advertencia del control público que seguiremos ejerciendo los chilenos sobre aquellas conductas empresariales que intenten afectar la libre competencia.
Gonzalo Venegas

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