Gerente general de Viña Santa Rita: "En Chile llevamos un año primeros, no es circunstancial"

<P>El nuevo gerente general de Santa Rita cuenta cómo llegaron a ser el número uno y plantea los desafíos que enfrenta la firma. No le teme a la reforma tributaria.</P>




Cuando la selección chilena de fútbol festejaba, a fines de junio, su paso a la segunda fase del Mundial FIFA, Andrés Lavados estaba en Sao Paulo, Brasil, celebrando con amigos ese evento. Pero una llamada desde Santiago de Chile, hizo que se sumara una gran razón a los festejos. Al otro lado de la línea, le comunicaron su ascenso a gerente general.

A poco más de un mes y medio de tomar posesión del cargo y en su primera entrevista en el nuevo frente, Lavados dice, entre risas,que su sello en la gerencia general no será ni una retroexcavadora ni una aplanadora. "Mi enfoque tiene que ver con darle un impulso un poco más potente a exportaciones, sin perder de vista que nuestro mercado más grande es Chile y por ningún motivo le vamos a quitar atención".

¿Cómo logró Santa Rita alcanzar el 30% del mercado?

Con Silvio (Rostagno) hicimos un proceso de reestructuración de la viña para reposicionarla, reinventarla con un objetivo estratégico que era el de don Ricardo (Claro) y del directorio, que es la venta de vinos premium.

¿Y en qué se han traducido todos estos cambios?

Tuvimos un cierre de Ebitda en junio muy bueno, aumentamos las utilidades 85%. Registramos ventas por sobre $ 58.000 millones, por lo tanto, vamos por el camino correcto. Obviamente el dólar nos ayuda, pero estamos cumpliendo nuestros planes. En el mercado nacional llevamos un año primeros, así que no es algo circunstancial. Las cosas a las que hemos apostado han resultado y estamos convencidos que esta es la forma de crecer.

¿Falta algo por mejorar?

Lo que nos ha faltado, y es lo que estamos tratando de hacer, es que la comunicación entre las dos áreas -mercado local y exportaciones- sea más fluida. Hoy, pretendo justamente tomar las enseñanzas que tenemos en otros mercados.

¿Cómo cuáles?

En Chile tenemos el 30% del mercado. En Irlanda, la marca más importante en vinos es Santa Rita, y tenemos un porcentaje importante y hacemos cosas muy parecidas. Los aprendizajes de estos dos mercados los puedo tomar para aplicarlos en Brasil, que es donde queremos avanzar fuerte. Teníamos la concepción que el mercado nacional y las exportaciones eran cosas distintas y la verdad es que el mundo es uno y se puede aprender. Ahora eso no quiere decir que uno no pueda aprender, innovar y "pilotear".

¿Y qué están piloteando ahora?

Estamos en una consultoría con la U. Adolfo Ibáñez que se llama Instalación de la capacidad de innovación. Muchas de las ideas que están saliendo de ahí, que son bien disruptivas, estamos viendo de analizarlas y probablemente invertir en ellas.

¿Qué tipo de ideas son? ¿A cuáles darán prioridad?

Aún no puedo adelantar las inversiones que tenemos hechas, pero hemos hecho hartos productos nuevos en todas las marcas, que responden a un grupo de consumidores que no quiere tomar lo mismo que el papá, por ejemplo, y la idea es cómo responder a eso, pero sin perder de vista nuestra alma.

Para este año, si bien el dólar está ayudando, hay una reforma tributaria en curso. ¿Cómo ven en Santa Rita el escenario?

Nos enfrentamos a temas tributarios todos los años en alguna parte del mundo y cuando se es una viña global, pasa seguido. En Irlanda tienen una (reforma) este año. Dinamarca el año pasado tuvo una de 54% de alza de impuestos. En Inglaterra todos los años algo sube. En Chile nos afecta distinto por el volumen que vendemos, pero tenemos que adaptarnos, es parte de la vida. Tenemos que ser más eficientes para entregar al consumidor lo que necesita al precio que corresponde. Esto nos va a obligar a ser más creativos, la industria va a tener que ponerse las pilas y quienes tengan una empresa sostenible en el tiempo, van a salir airosos. Estamos aquí para quedarnos y no vamos a soltar las ganas de seguir haciendo las cosas bien. Me preocupa claro, en el corto plazo, pero tomo el desafío.

¿Pero va a repercutir en precio?

Hay que ver cómo se comporta el mercado. Tenemos un ambiente competitivo, no es llegar y subir precios, porque antes del consumidor final, se pasa por el retail o los restaurantes.

Las cifras que hasta ahora muestra la viña ¿son sostenibles?

Este año ha sido bueno en ventas y tipo de cambio. Los desafíos, si bien nunca paran, para nosotros comienzan en enero del próximo año. Va a ser un año mucho más desafiante. Probablemente el tipo de cambio se va a mantener en los niveles que está hoy y uno se empieza a acostumbrar a eso. Por ello no podemos descuidar los márgenes, así como mantener los crecimientos y reforzar los mercados más difíciles o donde consideramos que no tenemos crecimiento acordes al nivel de la viña.

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