Giacoman, el señor de los contactos
<P>Desde hace 18 años que Alfredo Giacoman, el dueño de Tecnodata, forma parte del negocio de la seguridad. Hoy está en mira de la fiscalía por la licitación de equipos antidrogas. </P>
Se define como empresario de seguridad pública y basta dar una mirada a su oficina en el décimo piso de un edificio en calle Bulnes, para notar los detalles que grafican el rubro al que se dedica. Sobre los muros de la habitación se pueden ver jockeys con los logos de departamentos policiales especializados, como el OS-7 de Carabineros, y la Brigada Contra el Crimen Organizado (Brico), de la PDI. Al acercarse a la ventana aparece, además, una panorámica de La Moneda.
Alfredo Giacoman vive en Huechuraba, tiene 53 años, es administrador de empresas, y en 1995 creó la firma Tecnodata junto Israel Portuguiez y Antonio Yazigi.
Giacoman fue quien los instó a formar la sociedad para que aportaran con capital. La empresa se creó con $ 27 millones aportados, en partes iguales, por cada uno de los socios.
"Siempre demostró mucho conocimiento por los equipos que importaba", cuenta Antonio Yazigi, quien junto a Portuguiez se retiraron de la sociedad hace ocho años, cuando la empresa tuvo problemas económicos. Entonces, Giacoman asumió todo el control y las deudas de la firma.
Hoy Giacoman controla Tecnodata, junto a su esposa -quien es pintora- y sus dos hijos. Quienes lo conocen dicen que, generalmente, desarrolla negocios con personas del rubro y con su familia, especialmente con sus cuatro hermanos, con quienes ha incursionado en sociedades de inversión, inmobiliarias, empresas de distribución y textiles.
Una de sus primeras experiencias empresariales fue en 1984, cuando creo una empresa textil llamada Confecciones Khamis y Compañía Limitada. Por eso, por su trabajo en materias de seguridad, es que ha logrado la mayoría de sus conexiones. Uno de sus conocidos es el jefe antinarcóticos metropolitano, subprefecto Iván Villanueva, a quien ubica desde que éste trabajaba en la Brigada contra el Crimen Organizado. Cuenta que no se ha visto en seis años, pero que lo considera un amigo.
"Estoy devastado con esto y me afecta a mi carrera profesional", dice Giacoman, quien hoy es investigado por un presunto fraude al Fisco y violación de secreto, por la cuestionada licitación de equipos antidrogas del Plan Frontera Norte. Giacoman sostiene que todo lo que ha pasado "se transformó en un tema político. Aquí no hay sobreprecio y yo voy a demostrar eso. Tienen que entender que los precios varían porque cada comprador exige cosas diferentes, como garantías, mantenciones, capacitación y asistencia".
Añade que, incluso, "durante mucho tiempo le hemos hecho mantención sin costo a los productos que vendemos a las policías".
Desde 2006, su empresa ha ganado 245 licitaciones, por $ 1.400 millones. En 2000, la empresa de Giacoman aparecía cuestionada por el negocio de los fotorradares.
Tecnodata aparece como pionera en importar fotorradares móviles. La compañía comenzó la importación de estos equipos a mediados de la década en 1990. No era la única compañía que entonces participaba de este negocio y, junto a las otras empresas del rubro, recibieron críticas por el lucro que obtenían producto de los partes, entre otros cuestionamientos.
Giacoman le ha vendido a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) diversos productos. Además, ha suministrado a las policías y a la Fiscalía Nacional equipos de escuchas telefónicas, vía trato directo. Esto fue detallado el viernes por el fiscal nacional, Sabas Chahuán, quien dijo conocer a Giacoman desde los 90, ya que ambos son socios del club Palestino. "Nos agarrábamos a patadas", dice en forma irónica el administrador de empresas.
Gustavo Villalobos, ex jefe de la ANI, señala que "nunca conocí a Alfredo Giacoman, y menos trabajos con la empresa que se llama Tecnodata. Sólo le puedo decir eso para aclarar. Ahora no puede decir si comprábamos equipos, porque tengo que cumplir de por vida con el secreto profesional por haber trabajado en la Agencia".
Otro de sus amigos, según el propio Giacoman, era el sociólogo Carlos Alvarez, funcionario del Departamento de Crimen Organizado de la División de Estudios del Ministerio del Interior. El jueves, el subsecretario Rodrigo Ubilla le pidió su renuncia, ya que la fiscalía investiga correos electrónicos entre él y Giacoman, en los que le habría entregado información del proceso de licitación.
"Es una completa injusticia lo que hicieron con él. Lo echaron sólo por ser mi amigo. Los correos y las comunicaciones que teníamos eran porque somos amigos. Nos juntamos a conversar sobre temas de tecnología y soluciones que pueden ayudar a lo que ellos hacen, pero que no son productos que yo venda", afirma.
Hace una semana, el dueño de Tecnodata declaró ante la Fiscalía Centro Norte. Giacoman dijo haber entregado todos los antecedentes que manejaba de la licitación. También se mostró favorable a que revisaran su tráfico de llamadas. Asegura que no hay delitos y que seguirá participando de otras licitaciones: "Estoy supertranquilo. Llevo más de 18 años trabajando en este rubro y nunca hemos tenido un problema (...) Lamento mucho lo que le sucedió al señor Peña y a su equipo. Me parecieron unos correctos profesionales."
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