Gogos: el revolucionario juego que reemplazó a las bolitas en los colegios

<P>Se trata de unas figuras de plástico con forma de extraterrestre que se intercambian o apuestan. Tienen revolucionados a niños y niñas, mientras los representantes en Chile no lo pueden creer: sacan cuentas alegres.</P>




"Señor apoderado, ruego a usted llamarle la atención a su hijo para que no juegue a las bolitas en la sala. Para eso están los recreos. Las bolitas las tengo yo… La profesora''.

En junio de 1983, Francisco no podía dejar de pensar en el inminente tirón de orejas. Su afición por las bolitas iba a terminar con una reprimenda de las que duelen. Sin embargo, este escolar de tercero básico se llevó una sorpresa: su madre lo abrazó y le dijo que practicara con las esféricas junto a compañeros y amigos en los recreos y plazas. El problema se arregló.

Veinticinco años después, la situación se repite, pero no con bolitas. Les llaman Gogos, una suerte de bola de plástico con patas, algunos con cara de extraterrestre y otros con un rostro de un desafiante vikingo. Miden de tres a cuatro centímetros, son raros, de colores y una constante en los recreos.

Claramente la notificación escrita de aquella profesora se habrá materializado por estos días en algún alumno o alumna entre cinco y nueve años. Porque los Gogos irrumpieron con fuerza en el mercado el 28 de febrero de este año con un álbum, cuyas láminas pasaron a segundo plano.

Para jugar, los niños toman estos elementos y les dan, prácticamente, la misma función que a las bolitas. A los padres les da hasta risa. O sea, juegan "a la verdad o a la mentira (claro que los términos son más sofisticados: verdi o menti)''; a veces practican con un círculo, fabricando la clásica troya. Y parten con el histórico cachipún.

Expertos en comportamiento infantil señalan que en los últimos años no se había dado un fenómeno comercial de este tipo, que terminara como la entretención reemplazante de las bolitas. Pero con una particularidad: para niños y niñas.

Cuentas alegres

Los Gogos tienen una historia de al menos 10 años. Partieron revolucionando el mercado europeo con la leyenda de que en la antigüedad, los pequeños se entretenían con huesos de animales y que éstos se llamaban Gogos. Y ahí nació la idea de la empresa italiana Panini con la creación de los Gogos como un juguete de marca.

La filial de Panini en Chile se dedica hace varios años a la venta de álbumes. Pero lo que les ocurrió el segundo mes de 2009 fue un golpe a la cátedra. Por lo menos, así lo interpreta el gerente comercial de la firma, Raúl Vallecillo: "Partimos con promociones del álbum en el sector oriente. A las semanas, la demanda aumentó de manera explosiva. En la actualidad los Gogos están en el sector poniente y ya partimos con despachos a provincia. Estamos sorprendidos''.

Vallecillo señala que esta modalidad de Gogos se llaman Urban Toys y que en la tienda de la casa matriz el día viernes "llegan algunos papás a comprar 40 sobres de Gogos, porque al día siguiente tienen un cumpleaños y los incorporan en las sorpresas. Algunos hasta los ponen en las piñatas''.

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