Gracia Barrios, Premio Nacional de Arte: "Ya somos tres premiados en la familia"

<P>Hija de Eduardo Barrios y esposa de José Balmes, recibió ayer el galardón.</P>




Llegaron tomados de la mano, inseparables como siempre. Ayer, pasado el mediodía, la octogenaria artista Gracia Barrios cruzó la puerta de uno de los salones del noveno piso del Ministerio de Educación, acompañada del brazo de su marido, el también pintor José Balmes (84). Su cara reflejaba una mezcla entre alegría y desconcierto. Hora y media antes, la pintora recibió, en su casa de Ñuñoa, la llamada telefónica del ministro Felipe Bulnes, quien le informó que acababa de ser elegida Premio Nacional de Arte 2011. "Con Balmes estábamos yendo al taller detrás de la casa, para pintar, cuando recibimos la noticia. Quedé impresionada. Me puse altiro a arreglarme y ver qué ponerme para venir", dijo Barrios, minutos después de recibir el galardón, dotado de 16 millones de pesos y una pensión vitalicia de 20 UTM.

Fundadora del grupo Signo, en los años 60, junto a Eduardo Martínez Bonati, Balmes, y Alberto Pérez, Barrios es reconocida hasta hoy por su obra ligada a la abstracción y a la experimentación con materiales naturales como tierra y arcilla que utiliza para darle más densidad a sus telas siempre de grandes formatos. "El premio se le otorga por su brillante trayectoria, su búsqueda constante en la interpretación del ser humano y de nuevos sistemas de producción", señaló en la ceremonia el ministro Bulnes, quien presidió el jurado formado por el artista Gaspar Galaz, miembro de la Academia de Bellas Artes; el escultor y ganador anterior, Federico Assler; Víctor Pérez, rector de la U. de Chile, y Juan Miguel Cancino, rector de la U. Católica de la Santísima Concepción como representante del Consejo de Rectores.

La deliberación fue intensa. Desde las 9.30 de la mañana y durante una hora y media el jurado debió dirimir entre 17 candidatos.

En 2009, Gracia Barrios era una de las favoritas para recibir el premio, que terminó recayendo en Assler. Desde allí, su nombre se fue diluyendo en la carrera, y en los últimos meses las figuras que parecían tener más posibilidades eran Matilde Pérez y Eduardo Vilches, ambos con candidaturas oficiales. Sin embargo, ayer ninguno de los dos figuró en la lista final del jurado, en la que sí estuvieron Barrios, Roser Bru, Alfredo Jaar y Ricardo Yrarrázaval. Según Gaspar Galaz, la decisión fue difícil: "Muchos merecen el premio, pero es imposible dejar a todos contentos. Esta vez se decidió premiar el trabajo, el tesón de Gracia, y su pasión constante por el mundo simbólico y el ser humano".

Familia premiada

Hija del escritor Eduardo Barrios, Gracia se crió en una casa que solía recibir intelectuales y figuras de la política. El mismo año que nació, en 1927, su padre era nombrado director de Bibliotecas y luego ministro de Educación. Ella tenía 19 años cuando acompañó a su padre, autor de El niño que enloqueció de amor, a recoger el Premio Nacional de Literatura, en 1946. "Estaba orgullosa, fuimos con Balmes, porque ya éramos novios. Mi papá me influyó mucho, siempre estuvo cerca de la gente, y los jóvenes y eso me lo transmitió a mí", dice la artista, quien se repitió el plato, acompañando a Balmes a recibir el Premio Nacional de Arte, en 1999. "Ya somos tres premiados en la familia. Estoy feliz, no me lo esperaba, llegó de improviso como todas las cosas en mi vida", agrega.

A mediados de los 40, Barrios entró a la Facultad de Arte de la U. de Chile, donde conoció a José Balmes, exiliado español que llegó a los 12 años a bordo del Winnipeg. No se separaron más, formando la pareja más longeva y famosa de la plástica local. Padres de la también pintora Concepción Balmes, juntos rompieron esquemas al vincularse en los 60 a la corriente informalista, influenciados por el español Antoni Tápies y el arte abstracto surgido tras la II Guerra Mundial.

La obra de Barrios se caracteriza por telas de hasta cinco metros de altura, y por una mirada preocupada por temas como la guerra, la indigencia y el exilio. Ligada a la izquierda, en los 70, Barrios da un giro definitivo a la política, con obras como Se abrirán las grandes avenidas, donada a la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, pinacoteca que ayudó a fundar junto a Balmes. O América no invoco tu nombre ahora (1970), inspirado en un poema de Neruda.

Tras el golpe de Estado, el matrimonio se exilió por 10 años en Francia. Balmes se adaptó rápido, incluso logró un puesto como profesor en la Universidad de París; Barrios anhelaba volver. Fue ella quien incentivó el regreso en 1982. Desde allí, no ha dejado de exponer y destacó como docente de la UC. Ahora, adelanta dos muestras para 2012. En mayo tendrá junto a su esposo una retrospectiva en la galería Isabel Aninat y planean una muestra juntos en el Museo de Bellas Artes. "Admiro mucho a la Gracia, es incansable como pintora y tiene una capacidad de observación fenomenal. Siempre le pregunto qué le parecen mis cuadros, entonces nos ponemos a conversar largo y ya no paramos", remata Balmes.

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