Grecia vuelve a las urnas y Syriza parte como favorito

<P> Las elecciones se realizarán el 20 de septiembre. El partido de Tsipras tiene un 23% de respaldo y los conservadores un 19,5%.</P>




Apenas ocho meses después del triunfo electoral de la coalición Syriza de Alexis Tsipras, Grecia celebrará el 20 de septiembre nuevas elecciones generales y, a juzgar por los primeros sondeos, no está escrito todavía quien gobernará el país a partir de entonces.

El Presidente de la República, Prokopis Pavlópulos, disolvió ayer el Parlamento y anunció la fecha electoral, poco después de que prestara juramento el equipo ministerial que gobernará Grecia transitoriamente hasta esa fecha.

Nada más terminar la ceremonia de juramento, la nueva primera ministra y primera mujer que asume la jefatura de Gobierno en la historia de Grecia, aunque solo sea por unas semanas, Vasilikí Zanú, presidió su primer Consejo de Ministros en Atenas.

Zanú dijo que el papel primordial de este Gobierno de transición será garantizar un desarrollo justo y tranquilo de las elecciones, pero destacó que durante estas tres semanas el Ejecutivo deberá lidiar con algunos problemas urgentes, como la gestión del inmenso flujo migratorio que está recibiendo Grecia.

Con tan solo 23 días de duración, será una de las campañas electorales más cortas en la historia de la democracia de Grecia, tan solo superada por la vivida en 1996, que duró dos días menos, el mínimo que establece la ley.

Las elecciones se hicieron necesarias después de que la semana pasada Tsipras presentara su dimisión como primer ministro, con el argumento de que necesitaba un mandato renovado para poder aplicar el tercer programa de rescate a Grecia acordado con los socios del euro, que poco se parece a las promesas que Syriza efectuó antes de las elecciones del 25 de enero.

Ese distanciamiento de su programa inicial condujo a la fractura de Syriza y hace una semana desembocó en la creación del nuevo partido antirrescate Unidad Popular, liderado por el ex ministro de Energía Panayotis Lafazanis.

Ahora, la división interna se ha traducido en un descalabro de Syriza en la intención de voto. Según una encuesta publicada ayer, Syriza sigue siendo el primer partido, aunque tan solo cuenta con una intención de voto de 23% -lejos del 36% alcanzado en enero- mientras los conservadores logran el 19,5%. El partido surgido de la escisión de Syriza superaría la barrera parlamentaria del 3%, con un 3,5 % de la intención de voto.

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