"Guarden la plata del avión y digan las cosas a la cara"
<P>Johnny Herrera respondió fuerte a las burlas de los albos.</P>
Los carteles que usó Colo Colo para reírse de la eliminación de Universidad de Chile en Copa Libertadores fueron tema ineludible en camarines. Primero fueron las pancartas pegadas afuera del CDA, con un dibujo de la Libertadores y la leyenda "Esta copa la tiene papá". Después, una hoja con la frase "Seguí participando", adherida a uno de los vidrios del bus albo (escrita por el transandino Lucas Wilchez) y luego, el insulto final: una avioneta que sobrevoló el Nacional con un cartel que rezaba "La copa grande no es para equipo chico", en una comparación entre la Libertadores y la Sudamericana.
La primera reacción vino desde lo más alto de la institución azul. El presidente José Yuraszeck condenó el "atentado" cometido afuera del centro de entrenamiento de la "U" y calificó de "delincuentes" a sus autores. "Hoy se pasearon con un avión, pero le agradezco a esa persona, porque le dio más fuerza a nuestro plantel para meterles esta boleta", agregó el mandamás.
Si la respuesta de Yuraszeck fue fuerte, la de Johnny Herrera fue una declaración abierta de guerra. En su estilo lenguaraz, el arquero estudiantil abordó directamente las provocaciones de hinchas y jugadores colocolinos. "Es difícil hacer un análisis después de tantas faltas de respeto recibidas en la previa del partido. Se nos pasó a llevar como club y como jugadores. Había mucha bronca, mucha impotencia", declaró, particularmente molesto con la acción de Wilchez.
"Siguen hablando de una copa que ganaron hace 20 años. No sé qué hincha puede pagar un avión, pero me imagino que a algún dirigente que le sobre la plata. Mejor que guarden esa plata y contraten jugadores como la gente, que no sean cagones, digan las cosas a la cara y no manden recados por carteles", dijo Herrera.
Un poco más templado, el capitán José Rojas también opinó de las burlas albas: "Queríamos dejar la vida en la cancha y lo hicimos. Uno no se puede tomar la leche si todavía no tiene la vaca. Los partidos duran 90 o 180 minutos como en este caso. Jugamos con pura pasión".
Pura convicción
El DT Jorge Sampaoli no les dio mayor importancia a las mofas del pueblo colocolino. En revancha, gritó como nunca los cuatro goles que su equipo le propinó al archirrival y que sirvió como una reivindicación perfecta después de las derrotas sufridas durante la semana pasada. "Jugamos 90 minutos muy intensos contra Boca Juniors y fuimos capaces de darle vuelta el partido al clásico rival. Sólo este grupo es capaz de hacer eso. Lo dimos vuelta con grandeza. Este plantel tiene una convicción terrible y una fortaleza que le permite enfrentar cualquier situación", manifestó el casildense.
Acerca del rival en la final, O'Higgins de Rancagua, el argentino señaló que "es un equipo que contraataca muy bien, muy regular durante todo el año y con un gran técnico".
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