Guardia acusado de apuñalar a joven es sicólogo e instructor de kickboxing

A Christian Sorensen (41) siempre le gustaron los deportes de fuerza. El guardia acusado de apuñalar y dejar grave la madrugada del sábado a Alejandro Heumann (27) se mostró, desde la universidad, interesado en el fisicoculturismo. Es cinturón negro y primer dan de kickboxing, disciplina que mezcla técnicas de combate del boxeo y artes marciales. Participó en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, donde obtuvo la medalla de bronce. También compitió en Serbia al año siguiente.

Sorensen también tiene un blog donde se hace llamar "Imbatible". Participa en un club de tiro, por lo cual está autorizado a portar armas, según indicó Carabineros.

Ayer, fue formalizado por el delito de homicidio frustrado, pero la jueza Karen Atala decretó su libertad, argumentando su irreprochable conducta anterior y lo reducido de la pena que deberá cumplir en caso de ser condenado (ver nota secundaria).

En la época universitaria, el futuro de Sorensen parecía diferente. Estuvo casi dos años en la U. Católica cursando Medicina, pero según cercanos, la carrera no fue de su agrado y se retiró.

Tras eso, el hombre se matriculó en Sicología en la U. de la República, donde tenía un rendimiento destacado, e incluso era considerado como de los grandes alumnos del plantel. Después de su titulación, el sicólogo trabajó en la U. Diego Portales y formó, junto a su ex esposa, una sociedad.

En esa época, el sicólogo tenía una apariencia cuidada, se juntaba con las alumnas más atractivas de la universidad, pero era poco sociable, e incluso "muy arrogante", recuerda un ex compañero.

Christian Sorensen es el mayor de cuatro hermanos y actualmente vive en una casa de dos pisos, en la comuna de Lo Barnechea. Los vecinos lo describieron como alguien "muy poco sociable". En ese lugar vive hace casi cuatro años junto a su pareja y la hija de ambos.

Sus vecinos también contaron que varias veces al día ven a Sorensen paseando junto a su perro rottweiller, al que "tiene muy bien entrenado".

Casas abandonadas

La noche del viernes, Sorensen trabajaba en una fiesta como guardia de seguridad, cuando atacó a Alejandro Heumann. En ese lugar, dos casas abandonadas interconectadas de calle Charles Hamilton, en Las Condes, los eventos han sido constantes y de hecho, ayer, las botellas de alcohol y las cajetillas de cigarro seguían tiradas en la vía pública.

Una vecina de las casas señaló que hace casi un año, un joven, que dijo ser el hijo del dueño de los terrenos aledaños, le pidió autorización para una fiesta, y desde ese entonces, los eventos se realizan al menos dos veces al mes.