Guerra civil en Siria refuerza alianza entre Irán y Assad

<P>La permanencia del régimen sirio resulta esencial para la república islámica, cada vez más aislada y con mayores sanciones.</P>




Sin mucho éxito, Irán reunía ayer a una docena de países (se esperaba que llegaran unos 30) para abordar la crisis que vive Siria, con tal de impulsar "el rechazo a la violencia y la celebración de un diálogo nacional" en el cercano país y, por sobre todo, para entregarle un balón de oxígeno al régimen de Basher Assad, su mayor aliado en la región, con quien el régimen de los ayatolas comparte enemigos e intereses. De hecho, las diferencias entre los regímenes de Damasco y Teherán jamás se han interpuesto lo suficiente para afectar sus alianzas y apoyos mutuos.

A esta altura, la permanencia del gobierno de Assad resulta una contención esencial para la república islámica, cada vez más aislada entre los países de la región y con mayores sanciones de parte de Occidente, todo eso en medio de la marea que ha representado la Primavera Arabe. La caída del régimen alauita (chiita) en Siria sólo podría significar malas noticias para el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad, que incluso podría afectar la gobernabilidad de los ayatolas, algo incuestionable desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979.

Por algo, Irán no se cansa de acusar a diversos países occidentales y a Turquía, Arabia Saudita y Qatar de ayudar a los rebeldes sirios. Coincidentemente, los dos últimos son los mayores rivales de Teherán en el Golfo Pérsico. "Probablemente, Irán tiene excelente información sobre la situación en la que se encuentra Assad. Esa información podría aclarar si Irán está cada vez más cerca de perder a su único aliado en la región, reduciendo enormemente su alcance estratégico", sostuvo Ayham Kamel, del Eurasia Group, citado por la cadena CNN. El tándem Siria-Irán ha logrado sus mayores proyecciones en su frente común ante Israel, ante Estados Unidos y durante años en la influencia en Líbano, Damasco a través de sus "asesores" militares desplegados en gran parte del país y Teherán por medio de la guerrilla chiita Hizbulá, determinante en la vida política del país y que durante más de una década incluso controló la frontera sur del país, aquella con Israel.

En tanto, ayer continuaron los combates en Alepo con una victoria para las tropas de Assad, al conquistar el barrio estratégico de Saladino. El control de esa ciudad, la capital económica de Siria, es considerada la batalla determinante para el futuro de la guerra civil que se vive en el país árabe.

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