Guillermo Pattillo: "Si se usan supuestos realistas, el aumento del gasto en 2017 debería estar más cerca de 2%"

<P> El académico de la U. de Santiago afirmó que habrá una nueva trayectoria hacia el balance estructural, aplazando la meta.</P>




Un espacio acotado para el crecimiento del gasto público en 2017, la necesidad de reasignar recursos, tarea en la que el ministro de Hacienda requiere un "enorme apoyo político" y un nulo espacio para mayor en materia de pensiones. Esas son parte de las definiciones del ex subdirector de Presupuestos de la anterior administración, Guillermo Pattillo, de cara a la discusión del proyecto de Presupuestos que se inicia la próxima semana. El actual académico de la Universidad de Santiago cree que si bien el próximo año se cumplirá la meta de reducir el déficit estructural en 0,25 puntos, los cambios metodológicos en esta materia harán inevitable un aplazamiento de las metas de balance.

¿Le parece, previo a conocer el próximo Presupuesto para 2017, que el Ejecutivo cumplirá con la regla fiscal para definir el aumento del gasto público?

Creo que sí, se presentará cumpliendo la regla. Por todos es visto como algo fundamental y, por tanto, las cuentas van a cuadrar en la presentación del Presupuesto. Se cumplirá con el camino que la autoridad trazó hace un tiempo atrás, de una reducción de 0,25 puntos base en el déficit estructural.

Viendo ese compromiso, ¿cuál es el tope del incremento del gasto para el próximo año?

Diría que el gasto público debiese crecer como tope en 2,5%, y ojalá no fuera más de 2%. Tengo claro que en la prensa se ha señalado varias veces que sería cercano a 3%, pero espero sea menor.

¿Pero en qué punto se cumple con la regla fiscal?

En 3% todavía se cumpliría, aparentemente, pero dependerá del cálculo final que se proponga sobre la recaudación tributaria. No hay que mirar sólo el PIB potencial y el precio del cobre, también hay pronósticos de demanda interna, eso aún no lo conocemos. Con esos resultados en la mano, Hacienda podría cuadrar hasta en 3% probablemente, pero si se usan supuestos realistas el aumento del gasto público en el Presupuesto 2017 debería estar más cerca del 2%.

Para este Presupuesto existe un mayor énfasis sobre la necesidad de reasignar el gasto público. ¿Qué opina de eso?

Es muy positivo. Existiendo una limitación tan violenta como la que se observa para el Presupuesto de 2017, y con demandas tan importantes desde los diversos sectores como educación y salud, la opción fundamental es reasignación. Por demás, la posibilidad de que esas partidas prioritarias crezcan a tasas significativas es prácticamente nula si por otro lado no se reduce el crecimiento -o derechamente se contrae- el nivel de gasto de algunos ministerios.

¿Dónde cree usted que podría realizarse con mayor fuerza este ajuste?

A lo largo de todo el sector público hay programas que están mediocremente evaluados. Existen gastos que en condiciones de estrechez global son reducibles, tanto en consumo de bienes y servicios como en viáticos, también en viajes. Podría ser hasta en 5%, y seguro que no paralizaría a nadie, ni a ningún Servicio. Ahora, esta no es para nada una tarea técnica, es política. Por tanto, veo que hay una enorme necesidad de apoyo político a las decisiones de Hacienda.

En el caso de pensiones hay una demanda transversal para aumentar el aporte al pilar solidario. ¿Hay espacio para ese gasto?

No veo cómo podría sustentarse. Aunque el tema previsional puede ser políticamente atractivo, es tremendamente caro. Tampoco se ha hecho un análisis más profundo y cuidadoso respecto a cómo avanzar en esa línea. Sinceramente, no creo que este Presupuesto sea la oportunidad de intentar cambio alguno en este sentido. El tema previsional aparecerá en las campañas políticas del próximo año, pero subir el pilar solidario es de un costo enorme. No lo veo viable porque el sistema no es capaz de acomodarlo hoy.

Otro tema que se ha discutido mucho, sobre todo en el Congreso, apunta a la derogación de la Ley Reservada del Cobre. ¿Es necesario revisar el aporte a las Fuerzas Armadas?

No en este momento, y claramente el tema de Codelco no tiene que ver con la existencia o no de la Ley Reservada. Más aún, el problema no debe verse desde el punto de vista de Codelco solamente, sino del Estado. El cambio de la ley por cualquier otro mecanismo no significa menos gasto, sino un cambio en el origen de los recursos. No puede evitarse ese gasto en vistas de mantener la capacidad de la defensa nacional. Creo que la discusión está sesgada en este momento y es un poco simplista.

¿Ni siquiera revisaría el tema el próximo año?

Tampoco lo veo conveniente, siendo además un año electoral. No es un buen momento para tratar de hacer un análisis frío y objetivo de problemas tan delicados como este. Quedará para un gobierno futuro. Agrego a esto, que el financiamiento de las FF.AA. no solo demanda tener una fuente de recursos, sino que requiere una institucionalidad de toma de decisiones dentro del Estado, y dentro de Defensa en específico. Eso no está completamente constituido hoy en día.

En otras materias, viendo el debate por la trayectoria del balance estructural. ¿Cree que habrá un aplazamiento de la meta, más allá de cumplir la rebaja de 0,25 puntos del déficit por año?

Por supuesto que habrá un aplazamiento de la meta de balance estructural. La nueva metodología permite, en vez de poner un plazo final, establecer una aproximación a la meta año a año, que dependerá de la base sobre la cual se calcule. A diferencia de los métodos anteriores, aquí hay una senda de convergencia sobre una base móvil. Esto puede llevar a que el plazo sea enormemente largo.

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