Gustavo Gorriti, periodista y escritor peruano: "El periodismo de investigación está bajo amenaza"
<P>El director del sitio IDL-Reporteros ha investigado casos de corrupción y narcotráfico en Latinoamérica. Esta semana estuvo de visita en Chile.</P>
Estudió filosofía. Fue agricultor. Dirigente sindical. Seis veces campeón nacional de judo del Perú. Vivió en Israel en los 60, "en ese entonces era el mejor país en el mundo para ser joven", dice hoy Gustavo Gorriti, de 66 años, quien se ha dedicado las últimas tres décadas al periodismo de investigación.
El periodista y escritor peruano ahora está a cargo en su país del sitio IDL-Reporteros, concentrado en contar historias "puras y duras", dice Gorriti. Sus últimos blancos han sido: las nuevas redes que producen el crecimiento del narcotráfico y el destape de casos de corrupción del segundo gobierno de Alan García (2006-2011).
Premiado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano creada por García Márquez, corresponsal de diarios como el español El País o The New Republic, de EE.UU., Gorriti estuvo esta semana en Chile.
Fue invitado a la entrega del Premio Periodismo de Excelencia 2013 de la U. Alberto Hurtado. Además, inauguraría el año académico de la carrera de Periodismo. "Mi misión no es predicar sobre el periodismo, sino hacerlo", dice Gorriti, y agrega sobre el oficio que hace recordar sus años de maestro de judo: "No entreno, enseño a través de la acción".
A los 30 años Gustavo Gorriti comenzó su carrera en el periodismo en la revista Caretas. Allí cubrió la insurrección de Sendero Luminoso y sus consecuencias. Su labor sobre el grupo guerrillero terminó en el libro Sendero: Historia de la guerra milenaria en el Perú, que ya ha vendido más de 30 mil ejemplares.
En los 90, fue codirector del diario La República y director adjunto de La Prensa de Panamá, donde investigó los vínculos de Vladimiro Montesinos, asesor del ex Presidente Alberto Fujimori con el narcotráfico.
La década partió con las horas más duras de su vida: el 5 de abril de 1992 fue secuestrado por miembros del Ejército peruano. Fue el mismo día que Fujimori disolvió el Congreso e hizo el llamado "autogolpe". "Fue un caso de secuestro y desaparición, porque no reconocieron que me tenían, pero era gente que no estaba preparada", cuenta Gorriti, cuyo caso se sumo a los 25 años de cárcel que cumple Fujimori.
¿Ha sufrido más amenazas?
No, pero siempre hay un peligro implícito. Las amenazas no me importan. El ladrido del perro es lo de menos. Uno tiene que fijarse en los colmillos al momento que muerde.
Hoy, los días son más calmos, como director de IDL-Reporteros, red de investigación de medios de comunicación procedentes de Colombia, Guatemala, Argentina, México, Brasil, El Salvador y Nicaragua. De Chile están presentes The Clinic y Ciper. "El balance es favorable para el continente", dice Gorriti sobre el trabajo en la región. Pero cree que "el periodismo de investigación en el mundo está bajo amenaza de naufragio. Cada vez es más difícil que un reportaje logre un impacto estratégico duradero".
¿Qué problemas hay al investigar?
Hay resistencias más pasivas, pero quizá por eso en algunos aspectos es más difícil. Cuando tocas a un grupo económico, por ejemplo, sientes que tocaste partes de un panel interconectado, en que inmediatamente hay una represión global donde se produce un silencio generalizado.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.