Hal Koerner, el verdadero "Forrest Gump"
<P>El estadounidense ha corrido más de 100 ultramaratones en 12 años.</P>
Según sus cálculos, ya ha completado su primera vuelta al mundo y está empezando la segunda. En números, Hal Koerner ha recorrido poco más de 40 mil kilómetros (25 mil millas) desde 1998, cuando empezó a dedicarse de lleno a los ultramaratones.
En sus viajes a pie por Estados Unidos, este oriundo de Colorado ha cruzado estados, escalado montañas y enfrentado animales salvajes (osos, pumas y lobos), sin sufrir accidentes más graves que un choque con un árbol. "Me demoré un poco en recuperarme", dice Koerner con vergüenza, desde su tienda de running en Ashland, Oregon, una zona cuya geografía le permite atravesar bosques y bordear lagos mientras corre.
"Yo vivo para esto, algo que a muchos les puede parecer loco. La gente debería abrirse más a ideas como éstas", cuenta el estadounidense, a quien un compañero de carrera bautizó como "Forrest Gump", por usar shorts y una barba similar a la del personaje de Tom Hanks. "Me gusta el apodo. Cuando vi la película me sentí identificado con él", confiesa.
Al aire libre
El deporte siempre fue el principal interés de Koerner. Su padre corría maratones, escalaba cerros y andaba en bicicleta, por lo que desde muy niño empezó a imitarlo. Se dedicó, principalmente, al trekking y al senderismo, entregando casi todo su tiempo libre a la vida al aire libre. "La sociedad debería hacer más actividad física en terreno, especialmente aquí en Estados Unidos, con los extraordinarios paisajes que tenemos", señala el corredor, quien también se dedicaba al esquí durante la temporada invernal.
Fue a los 21 años cuando Koerner optó por vivir para el running. Empezó a superar sus marcas y a exigirse cada día más, hasta que los 42 kilómetros de un maratón se hicieron insuficientes. "No mucha gente puede correr tanto. Los ultramaratones te ponen a prueba física y mentalmente. Es muy fácil caer en la tentación y rendirse, pero en el camino uno aprende muchas cosas sobre uno mismo", opina "Forrest Gump".
Un estilo de vida
Con los ultramaratones empezó un estrictísimo régimen de entrenamiento y descanso. Las carreras de más de 80 kilómetros duran más de 10 horas, por lo que el reposo posterior se hace indispensable: "Tengo que tomarme al menos un mes entre cada carrera, porque quedo aniquilado, más allá de la distancia".
Koerner relata que después de cinco horas deja de sentir sus pies y el movimiento se vuelve automático. Además, comienzan los dolores estomacales y musculares, especialmente en la espalda. Sin embargo, su filosofía dice que la concentración puede ganarle al dolor.
"Tu cuerpo puede estar muy enfermo y dolorido, pero si tu mente es fuerte, se puede controlar", predica el norteamericano.
Mal no le ha ido. Ha ganado las carreras más exigentes del mundo, como los "Western States" (100 kilómetros) y la "Carrera de la Muerte" (125), en Canadá. Con 33 años, Koerner todavía no se cansa.
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