Héctor Noguera es dirigido por su hijo en versión multimedia de La Vida es Sueño

<P>No es la primera vez que trabajan juntos, pero sí la primera donde el hijo dirige al padre. Y nada menos que en la obra favorita de este último: "Me siento muy privilegiado y feliz", dice el actor de <I>Machos</I>.</P>




Es su obra más emblemática. La que lo ha seguido toda la vida, desde que Héctor Noguera participó en un montaje en 1973 o incluso antes, porque sus primeros ejercicios de la universidad los hacía con pasajes de La vida es sueño. La ha dirigido varias veces, la ha actuado en otras tantas y hasta ha interpretando cada uno de los personajes en un monólogo. Pero esta vez tiene un sabor distinto, por que su hijo, Diego Noguera (26), es el director.

"Es algo muy especial, no es cualquier director, además es un hombre muy joven. También es especialmente emocionante que esta obra, la que más conozco, la que más me gusta, la tome él, aporte con una visión nueva y me incluya a mí. Me siento muy privilegiado, muy feliz", dice el padre.

El nuevo montaje se llama La vida es sueño, segunda jornada; el sueño de la libertad, y es el segundo acto de la historia escrita por Calderón de La Barca. Noguera hijo, tomando la estructura de la obra, decidió hacer tres montajes independientes: el año pasado mostró el primer acto (donde no actuaba su padre), acaban de estrenar el segundo y a fin de año se espera la tercera parte y final. "No es necesario haber visto el primero, porque de alguna manera en cada acto se cuenta la obra entera", dice el director.

Lo que más caracteriza a esta versión es que el texto es potenciado por el uso de otros medios, como el cine o la poesía. "Hay aspectos que yo jamás había percibido", dice Noguera padre (que en esta oportunidad encarna a Basilio). "Nuevas formas de enfocar el texto. Esta obra es una fuente inagotable de conocimiento, es como un pozo: mientras más agua sacas, más agua brota desde la tierra", detalla.

Su hijo, en tanto, cree que la razón de su interés en montar este clásico tiene que ver con que le tocó verlo muchas veces, por el trabajo de su padre: "Siempre me interesó, pero trataba de evitarla, hasta que un día dije 'basta, la voy a hacer, pero la voy a hacer distinta'".

"Hay imágenes del cineasta José Luis Torres Leiva, poemas de Pablo Paredes y música que compuse yo y realizada en vivo (uno de los intérpretes es otro Noguera, Damian)", agrega.

No es la primera vez que padre e hijo trabajan juntos, pero sí es la primera donde los roles se invierten. "Ahora yo le estoy devolviendo la mano. Es como dirigirme a mí mismo, pero a mí en 40 años más", dice Diego, con una cuota de humor. "El padre siempre es un lugar de poder y ahora yo estoy en un lugar de poder", finaliza.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.