Hermano de minero: "Quería hacer su último turno y retirarse"
<P>En la última conversación con su hermano, José Manuel Galleguillos (56) le dijo que estaba asustado, porque la mina goteaba mucho.</P>
"El me decía que tenía miedo por la mina, que goteaba mucho. Quería hacer su último turno y retirarse como minero".
Este fue el tema de la última conversación que tuvo José Manuel Henríquez (56) con su hermano antes de quedar atrapado junto a otros 32 mineros en el yacimiento, el jueves, producto de un derrumbe.
Su hermano Gastón junto a varios familiares de los trabajadores esperaban impacientes ayer que las tareas de rescate dieran a lo menos un señal de que José estuviera a salvo.
Según cuenta a La Tercera, éste iba a ser el último trabajo de Manuel, ya que se iba a retirar por el cansancio y lo peligroso del oficio.
Gastón relató que en total son cuatro hermanos, oriundos de Talca, y todos están ligados a la minera. Durante su juventud terminaron la enseñanza media, pero la necesidad económica los obligó a meterse en el rubro.
Aviso en internet
Su padre, que murió a los 70 años, desde muy joven se dedicó a la minería, por lo que dejó el colegio en octavo básico.
Para mantener a su familia se trasladó a los yacimientos de la Segunda y Tercera Región.
José llegó a la minera San Esteban por un aviso económico en internet y de inmediato viajó a Copiapó para trabajar de "yumbero", el encargado de perforar en la mina en busca de minerales.
El minero también tenía experiencia en accidentes, puesto que estuvo atrapado en un aluvión en San José de Maipo en los años 90.
"Estuvimos con mi papa en el aluvión de El Alfalfal en San José de Maipo, cuando construíamos un viaducto, y salvamos por poco", manifestó.
La familia minera
Otro de los mineros atrapados es Jorge Galleguillos (56), quien trabajaba hace tres años y medio en San José.
"Jorge había sufrido accidentes menores en esta mina. Él siempre hablaba que la mina tenía mucho ruido y estaba con miedo", recuerda su hermano Javier.
Otro de sus hermanos era Eleodoro, más conocido como "El galleta", quien tenía que entrar al otro turno de trabajo en la mina, por lo que se salvó de sufrir el derrumbe.
Es por eso que desde un primer momento está colaborando con las labores de rescate, que sufrieron un revés el sábado, cuando se derrumbó parte del ducto de ventilación por donde bajaban los rescatistas.
Al igual que José Henríquez, la familia de Jorge se dedicó por entero a la minería, ya que siempre vivieron en Copiapó.
Javier recuerda que su padre "era de los mineros antiguos, con chuzos, sin maquinaria" y que "de a poco los fue metiendo en el negocio. Trabajó en tres minas en toda su vida, entre ellas San José".
El primer acercamiento que tuvo su hermano Jorge con las minas fue en la escuela El Monrado, ubicada en un pueblo a la costa de la III Región.
"Esa escuela tenía una mina al lado. Muchos niños se empiezan a meter a la minera por necesidad económica", dijo.
Relata que sus siete hermanos trabajan en cosas relacionadas con la mina e, incluso, su esposa Patricia Villalobos es una pirquinera de la zona. "Con esto mantenemos a nuestros hijos, aunque sea poco", indica Patricia.
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