Hermanos Musulmanes son favoritos en primeras elecciones libres en Egipto
<P>Ayer se inició el proceso para elegir al nuevo Parlamento egipcio. Los comicios se prolongarán hasta marzo.</P>
Masiva afluencia e irregularidades en algunos locales de votación marcaron ayer el inicio de las primeras elecciones parlamentarias en Egipto desde la renuncia del ex Presidente Hosni Mubarak, en febrero pasado. Más de 17,5 millones de egipcios están llamados a ejercer su derecho a voto hasta hoy en nueve provincias del país, entre ellas, El Cairo y Alejandría, en la primera de las tres fases en que se divide el proceso electoral para elegir la Cámara Baja y Alta del Parlamento, y que se prolongará hasta marzo. El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político del movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, aparece como el gran favorito para ganar en estos comicios.
Tras años de desconfianza política, los egipcios esperaron con paciencia en largas colas, durante horas, para poder votar. Incluso, la comisión electoral amplió ayer en dos horas, hasta las nueve de la noche, el plazo para acudir a las urnas, por la elevada participación.
Sin embargo, las infracciones electorales y el caos que se vivió en muchos colegios pusieron en evidencia los obstáculos que aún deberá afrontar la transición hacia la democracia en Egipto. Así, por ejemplo, el PLJ denunció que en Alejandría se ha registrado al menos un caso de compra de votos. Si bien el presidente de la Comisión Electoral egipcia, Abdelmoaiz Ibrahim, reconoció que se registraron cerca de 400 denuncias de infracciones cometidas durante la primera jornada de votación, afirmó que las denuncias sobre irregularidades "no van a afectar el proceso electoral".
Islamismo moderado
Cerca de 50 partidos y coaliciones se postulan a las elecciones legislativas para designar a la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja) y la Shura (Senado), una cifra inédita en Egipto, marcado durante más de tres décadas por la omnipresencia en la escena política del extinto Partido Nacional Democrático (PND), de Mubarak.
En la línea de salida parte con clara ventaja el PLJ, de los Hermanos Musulmanes, que tras pasar casi 60 años proscrito aspira ahora a emular a los islamistas tunecinos y obtener entre un 40% y 50% de los escaños, lo que les abriría la llave para formar un futuro gobierno.
Los Hermanos Musulmanes, fundados en Egipto hace 83 años por Hassan Al Banna, disponen de un enorme engranaje social, que abarca hospitales, universidades, escuelas y organizaciones benéficas. Además, cuentan con una gran capacidad de movilización. Prueba de ello fue el éxito obtenido en las elecciones de 2005 -pese a las restricciones que existían entonces-, en las que ganaron 88 asientos en el Parlamento presentando a sus candidatos como independientes.
El PLJ, constituido tras la revolución del 25 de enero, se presenta como una formación islamista moderada, abierta a todos los egipcios, aunque con reivindicaciones, como que la "sharia" o ley islámica siga siendo la fuente de la Constitución. Muchos han sugerido que los Hermanos Musulmanes podrían emular al Partido Justicia y Desarrollo del premier turco, Recep Tayyip Erdogan, que combina tendencias islamistas con economía de mercado.
Sin embargo, Mahmoud Ghoslan, portavoz de los Hermanos Musulmanes, dijo a la revista alemana Der Spiegel: "Nosotros no queremos el modelo turco". "La sharia deber ser la fundación de todo", agregó.
El gran rival del PLJ en estos comicios es la plataforma laica liberal del Bloque Egipcio, encabezada por el Partido de los Egipcios Libres, también creado tras la revolución.
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