Hijo de Reagan: "Mi padre era Presidente y ya sufría Alzheimer"
<P>Ron Reagan presentó esta semana un libro a raíz del centenario del nacimiento del ex mandatario.</P>
Ron Reagan, el hijo menor del ex presidente estadounidense, es un personaje atípico, sobre todo considerando de dónde proviene. Además de ser un ateo confeso, Ron abandonó la prestigiosa Universidad de Yale para dedicarse por completo a lo que de verdad le gustaba: el ballet. Tras una lesión grave -llegó a ser un bailarín talentoso-, se convirtió en una personalidad radial y trabajó para una cadena liberal e izquierdista. Ahora acaba de publicar My Father at 100 ("Mi padre a los 100"), un libro en el que da cuenta de la figura pública y privada de Ronald Reagan, quien, de estar vivo, el 6 de febrero cumpliría los 100 años.
Esta semana, Ron llegó hasta la librería Borders, en Washington, para presentar el libro, que ya ha generado polémica, pues en él afirma que su padre gobernó al país y derrotó a la URSS, mientras sufría los embates del Alzheimer. De hecho, el domingo pasado, Michael Reagan declaró a The Washington Post que con tamaña bajeza su medio hermano sólo perseguía aumentar las ventas. Pero el autor explicó con toda tranquilidad que no veía motivo alguno para desdecirse de lo dicho: "El Alzheimer es una enfermedad que tarda años en desarrollarse por completo. Yo nunca dije que mi padre estuviera imposibilitado para ejercer el cargo, pero la realidad es que mientras lo ejerció ya sufría de ese mal".
"Mi intención fue dar a conocer al personaje real. No me interesaba componer un cuadro sin manchas", agregó. Además de referirse a los modestos orígenes del ex presidente, el menor de sus hijos reveló una característica intrínseca en la personalidad del ex mandatario: "Ronald Reagan editaría muchos episodios de su vida. Ese se convertiría en su estilo: su capacidad para negar lo malo, para reinterpretar hechos que fueron dolorosos o dañinos. No olvidemos que mi padre era un gran contador de historias y su mejor historia fue hacerse a sí mismo".
Según Ron, el ex presidente fue un niño tímido e inseguro, bajo para su edad, que no lo pasó bien en sus años escolares. Pero Reagan no se dejó amilanar, y antes de convertirse en estrella de cine, ya había forjado buena parte de su personalidad triunfadora. "Mi padre trabajó un verano como salvavidas. Y en promedio, cada 10 días le tocaba rescatar a algún bañista incauto. Ese oficio lo marcaría para siempre: hasta el fin de su existencia, Ronald Reagan nunca dejó de ser un salvavidas".
Refiriéndose a la frecuente apropiación que los políticos de derecha ejercen sobre la figura de su padre -Sarah Palin, la líder ultraconservadora del Tea Party, suele hablar del legado de Reagan-, Ron fue enfático y desdeñoso en aclarar que Palin no tiene nada que ver con Reagan. "Pero claro, si miramos hacia atrás, no hay muchos presidentes conservadores a los cuales echarles el guante. Vean ustedes: George W. Bush es, por decir lo menos, problemático; George Bush padre parece no tener una cualidad inspiradora para la extrema derecha; luego tenemos a Ford, totalmente vinculado a Nixon, y Nixon, ciertamente, no le es útil a nadie. Eisenhower fue un buen hombre, pero ahí está aquella situación incómoda para los derechistas de hoy, cuando hace casi 50 años Eisenhower advirtió sobre los riesgos de fomentar la industria militar. ¿Y hasta qué tan atrás podemos llegar? ¿Hasta Harding?", comentó entre las risas de los presentes.
"Mi padre está ahí. Es la opción lógica para que este tipo de gente se arrime a su sombra. Pero eso no implica que ellos tengan algo en común con él".
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